Golpe de la justicia británica a la jueza de las Naciones Unidas, Lydia Mugambe, que ha sido condenada a seis años y cuatro meses de prisión para forzar a una joven ugandesa a trabajar en su casa en condiciones de esclavitud en el Reino Unido. Mugambe, de origen ugandés, es una prestigiosa abogada y magistrada que durante años ocupó varios cargos en el ámbito internacional, incluso, entre ellos, en las Naciones Unidas en representación de su país. Ahora, una corte del condado de Oxford ha dictado sentencia después de que el pasado 13 de marzo se considerara que Mugambe era culpable de tener en su casa una chica de Uganda a quien hacía trabajar de sirvienta y niñera sin pagarle ningún salario por sus tareas. Durante el proceso, la Fiscalía afirmó que Mugambe, de 50 años y que estudiaba un doctorado en la Universidad de Oxford, "se aprovechó de su estatus" con respecto a la víctima, obligándola a trabajar de forma gratuita en condiciones de esclavitud.

Infracción de la ley e intimidación

La jueza de la ONU, Lydia Mugambe es considerada culpable de "conspirar para facilitar una infracción de la ley de inmigración; posibilitar el viaje de la víctima con vistas a la explotación; obligar a una persona a trabajar y conspirar para intimidar a un testimonio". La Fiscalía expuso durante el juicio que la abogada "se aprovechó de la falta de comprensión de la joven sobre su derecho a una ocupación pagado y la engañó con el propósito que viniera al Reino Unido", un movimiento que consiguió en colaboración con el vicecomisionado ugandés, John Leonard Mugerwa.

El juez David Foxton, al anunciar el fallo, ha lamentado que se trata "de un caso muy triste", donde la acusada, a pesar de haber trabajado en la defensa de los derechos humanos, "no demostró ningún remordimiento" por sus actos e incluso trató de culpar a la joven, que no puede ser identificada por motivos legales. La acusación ha apuntado que la intención de Mugambe era "conseguir que alguien le hiciera la vida más fácil en el menor coste posible". Por su parte, en una declaración leída ante el tribunal, la fiscal, Caroline Haughey, ha afirmado que la víctima vive "en un estado de casi constante terror" a consecuencia de la influencia que Mugambe tiene en Ruanda, y cree que no podrá volver a su país por temor a represalias. Mientras que Mugambe, ha negado que obligara a la joven a trabajar y ha asegurado que siempre la trató "con afecto, cuidado y paciencia".