La Guardia Civil apunta directamente al papel de Cristina Álvarez en la gestión de los patrocinadores de la cátedra que codirigía Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid. “Cabe destacar los contactos mantenidos con diferentes instituciones que colaborarían con la cátedra, según se desprende de las comunicaciones establecidas con [Juan Carlos] Doadrio, en línea con su condición de vicerrector de Relaciones Institucionales de la UCM”, señala un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al que ha tenido acceso ElNacional.cat. Es un informe en el que se analizan los correos que la asesora de la mujer de Pedro Sánchez intercambió con Doadrio (que él aportó a los juzgados) y que Juan Carlos Peinado esperaba desde mediados de septiembre. De hecho, estos correos son uno de los motivos que han llevado al juez a impulsar una pieza separada por un presunto delito de malversación que podría acabar ante un jurado popular.

Una de las gestiones que hizo Cristina Álvarez fue en 2022 en relación con una adenda de Indra. El 4 de agosto, Begoña Gómez recibió un correo electrónico de Indra con la adenda firmada: “Te anexo la adenda ya firmada por nosotros, para que por favor la circules con el resto de socios para que también la firmen”. Y ella remetía la cadena de correos a Doadrio, Álvarez y Blanca de Juan (de la Complutense). Un mes más tarde, Indra se dirigió a Begoña Gómez para preguntar acerca del estado en el que se encontraba la firma del convenio y esa comunicación se renvió al día siguiente a Cristina Álvarez. “Minutos después, Álvarez se dirige al interlocutor por parte de Indra, informándole de que la adenda quedó pendiente de una firma a consecuencia de un error material, de modo que le solicita la rectificación e inicio de un nuevo proceso de firma”, relata la UCO. “Álvarez hace alusión a una conversación telefónica que habrían mantenido previamente, aportando además al pie su número de teléfono móvil como dato de contacto”, añade el informe, que destaca que Álvarez “mantiene a Gómez en copia”.

Posteriormente, Cristina Álvarez recibió la respuesta de Indra con la nueva adenda firmada: “Hola, Cristina, espero estés bien. Anexo la adenda con la corrección y firmada. Agradezco mucho vuestra ayuda para firmarla a la brevedad posible”. A partir de ese momento, hay un cruce de varios correos electrónicos acerca del estado de la firma del documento con copia a Begoña Gómez y copia oculta a Doadrio.

El certificado de donaciones de Reale y el convenio con la Cámara de Comercio

Hay otras gestiones de Cristina Álvarez que la Guardia Civil ha detectado y ha reseñado. En julio de 2021, la aseguradora Reale se puso en contacto con la Complutense solicitando un certificado de donación para hacer la declaración correctamente, dado que la universidad declaró su contribución a la cátedra (por valor de 60.000 euros) como una donación. La cuenta de correo de Cristina Álvarez reenvió la petición a Doadrio en un mensaje que, pese a ser la cuenta de Álvarez, estaba “suscrito al pie” como Begoña Gómez. Al día siguiente, Doadrio remitió a Álvarez el certificado de donaciones que Reale había solicitado. En esa misma cadena de correos, Álvarez aprovechó para informar a Doadrio que Begoña Gómez le había remitido una nueva adenda de la cátedra de Mercadona.

Otros ejemplos. En enero de 2022, la Cámara de Comercio de España remitió a Begoña Gómez una propuesta de convenio. Posteriormente, la Cámara de Comercio solicitó que fuera denominado “convenio marco” en lugar de “convenio marco de colaboración” y fue Cristina Álvarez quien les replicó que no había inconvenientes por parte de la Complutense para adoptar esta modificación. Y en abril se intercambiaron el convenio. Primero, desde la cuenta de Begoña Gómez se envió el convenio a Doadrio: la UCO subraya que, pese a tratarse de la cuenta de correo vinculada a la esposa de Sánchez e incluir su firma de correo corporativa, el mensaje estaba firmado por Álvarez.

Después, la Cámara de Comercio escribió un correo a Gómez y Álvarez, pero en el cuerpo del correo se dirigía únicamente a la asesora: “Buenos días, Cristina. Te envío el convenio en Word. Un saludo”. Seguidamente, Álvarez lo remitió a Doadrio, que se lo devolvió firmado: “Hola, Cristina, ahí va firmado. Abrazo, Juan Carlos”. Y Álvarez, según la UCO, continuó las “gestiones necesarias” para la formalización del acuerdo y redirigió el documento firmado por Doadrio a la Cámara de Comercio para que lo firmara.

“Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que seguís como patrones de la cátedra”

El juez Juan Carlos Peinado empezó a investigar a Cristina Álvarez después de saberse que en febrero de 2024 hizo gestiones con un patrocinador a favor de la cátedra de la mujer de Pedro Sánchez: “Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que seguís como patrones de la cátedra”, comunicó a la empresa Reale en una posdata de un correo electrónico. Hablaba de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva, que ella codirigía en la Universidad Complutense. La Audiencia de Madrid considera que esto “supera claramente sus funciones”, mientras que el abogado de Begoña Gómez, Antonio Camacholo enmarca en un “favor a la persona para quien trabajas y con el que mantienes una relación de amistad”. Además, arguye que es “difícilmente sostenible” que una conducta “aislada y habitual en los usos sociales” pueda ser un delito de malversación.