Tras varios años de un periplo judicial que parece eterno y de disputa política en una cuestión que se ha convertido ya en una cuestión de país para el soberanismo catalán, se avista una nueva jornada de tensión en Barcelona a raíz del caso Sijena. Una plataforma aragonesa, el colectivo Sijena Sí, se manifestará el próximo 27 de septiembre a las puertas del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) para exigir la entrega de las pinturas murales al monasterio oscense y, tal como anuncia este jueves en una campaña de firmas, denunciará al museo catalán ante el Consejo Internacional de Museos (ICOM) por supuestas violaciones del código deontológico.
En un manifiesto, la plataforma aragonesa asegura que el MNAC "en vez de cooperar" para una devolución "amistosa" de las pinturas, dictada de manera definitiva este julio por la jueza de Huesca que instruye la causa, "ha impedido durante años la labor de técnicos independientes que querían estudiar el estado de las pinturas, ha prohibido el acceso a la documentación que alberga sobre ellas y ha puesto de forma continuada hasta ahora todas las trabas técnicas y jurídicas posibles a fin de evitar su reintegración al monasterio". También acusan al MNAC y a las instituciones que forman parte de su patronato —el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Cultura— de haber "creado una polarización extrema (...) intentando hacer ver que este asunto es un tema político de Aragón contra Catalunya", mientras que tratan de quitarle una dimensión política y afirman que "es básicamente un tema científico y de justicia social".
Desde el colectivo Sijena Sí comparan el caso de las pinturas oscenses con otras disputas por el patrimonio como la devolución de piezas arqueológicas de la Universidad de Yale en su disputa con Perú, la del Museo Nacional de Culturas del Mundo y el Rijksmuseum de Ámsterdam que devolvieron recientemente a Indonesia y Sri Lanka obras saqueadas en el periodo colonial, o el Archivo General de la guerra civil española devuelto a la Generalitat de Catalunya. Asimismo, sostienen que las "trabas" del MNAC se sustentan en "modelos obsoletos de gestión del patrimonio" y acusan al museo de invocar "patrones mercantilistas" o "supuestas necesidades de conservación" para justificar el no entregar las pinturas.
Según la plataforma aragonesa, el MNAC está "incumpliendo de forma flagrante" el código deontológico del Consejo Internacional de Museos, puesto que este establece en su artículo 6 que los centros "deben estar dispuestos a entablar un diálogo con vistas a la devolución de un bien cultural al país o comunidad de procedencia" y que "si un país o una comunidad de los que proceden objetos o especímenes piden su restitución y se puede probar no solo que estos han sido exportados, o transferidos de otra manera, en contra de los principios de los convenios internacionales y nacionales, sino que además forman parte del patrimonio cultural o natural del país o la comunidad peticionarios, el museo interesado debe tomar rápidamente las medidas pertinentes para cooperar en su devolución".

Al manifiesto se han adherido partidos políticos como la izquierdista Chunta Aragonesista (CHA), Valencia Unida o Teruel Existe. También los ayuntamientos de Villanueva de Sijena y de Farlete, así como asociaciones culturales aragonesas, valencianas y baleares como Lo Rat Penat o la Fundació Jaume III. A la plataforma Sijena Sí también están adscritos una treintena de ayuntamientos aragoneses, el PP, UPyD, el Partido Aragonés (PAR), Ciudadanos y lo estuvo alguna rama del PSOE hasta 2021.
El MNAC avisa del "riesgo de daños irreparables"
El último capítulo de la interminable novela de la pugna por las pinturas de Sijena fue a principios de semana, cuando el MNAC reiteró el lunes ante el Juzgado de Huesca su “incapacidad técnica” para trasladar las pinturas murales. En el nuevo escrito, presentado dentro del plazo de diez días concedido por la magistrada, el museo alerta de que el movimiento de estas obras románicas supondría “un riesgo de daños irreparables” y propone un plan alternativo para ejecutar la resolución judicial. El informe actualiza la posición de la institución e incluye una batería de nuevos estudios que desaconsejan el traslado. Según el comunicado del MNAC, el museo mantiene la voluntad de cumplir la sentencia, pero insiste en que “las actuaciones necesarias para la ejecución voluntaria (o forzosa) de la sentencia” podrían estropear de manera irreversible unas obras ya extremadamente frágiles.
Con este nuevo movimiento legal, el MNAC gasta el último cartucho legal para evitar que las pinturas se marchen de Barcelona. Los técnicos aragoneses ya vinieron antes de verano a hacer los primeros análisis de las obras para planificar el retorno y no se descarta una ejecución forzosa de la sentencia, como han amenazado en diversas ocasiones desde el gobierno aragonés del popular Jorge Azcón y desde el Ayuntamiento de Vilanueva de Sijena.