El arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, se entrevistó el sábado con el papa León XIV en una audiencia privada celebrada en la Casa Pontificia, en el Vaticano. En un mensaje publicado en la red X, Omella explicó que había podido trasladar al pontífice información sobre el estado actual de la diócesis y la evolución de las obras de la Sagrada Familia. Justamente, hace pocos días, la Junta Constructora anunció que la Torre de Jesucristo se inaugurará en junio del 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, y que ya se ha invitado el Papa al acto.

Omella vinculó el encuentro con la celebración inminente de la fiesta de la Virgen de Mercè, patrona de la ciudad. Además, durante el saludo al pontífice, también estuvieron presentes los obispos auxiliares de Barcelona y el secretario del cardenal.

La invitación de la Sagrada Familia

El centenario de la muerte de Antoni Gaudí será una fecha clave para la Sagrada Familia, que tiene previsto culminar la torre de Jesucristo, la más alta del templo, con 172,5 metros de altura. Este hito arquitectónico será el gran símbolo del Año Gaudí. El jueves pasado, la Junta Constructora presentó las principales líneas de la conmemoración y dejó entrever la posibilidad de que la celebración tenga un invitado excepcional: el papa León XIV, que podría llegar a Barcelona para presidir la misa solemne del 10 de junio de 2026, coincidiendo con el aniversario exacto de la muerte del arquitecto.

Según Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora, ya se ha tramitado una solicitud formal al Vaticano para invitar al pontífice a visitar el templo en esta efeméride. "Esperamos obtener respuesta este mismo mes", indicó. Camps también remarcó que el acto central de la conmemoración, la misa del 10 de junio, se celebrará con o sin la presencia del Papa. "Si finalmente asistiera, él mismo la presidiría; en caso contrario, lo hará quien corresponda", puntualizó.