A tan solo un día del inicio del cónclave que escogerá al nuevo papa tras la muerte de Francisco, el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha roto su silencio para pronunciarse sobre el proceso y el futuro de la Iglesia. Desde el Vaticano, puesto que Omella es uno de los 133 purpurados de todo el mundo que entrarán en la Capilla Sixtina, el cardenal ha intentado disipar la "mirada política" que existe en torno al cónclave. En una nota emitida este martes, Omella ha aseverado que "el debate no es si debemos ser progresistas o conservadores", sino que lo importante es "ser profundamente fieles al Evangelio".

En la misiva, dirigida a los fieles de la archidiócesis de Barcelona, Omella ha abogado por un papa que vele por la unidad. También ha explicado que el actual se trata de "un momento crucial para la Iglesia" y ha subrayado que los cardenales tienen "la gran responsabilidad de discernir e identificar cuáles son los desafíos que tiene la Iglesia católica para que se asemeje a la Iglesia que anhela Jesucristo".

Sin embargo, Omella también ha dado pistas sobre qué camino debería tomar la Iglesia, a su parecer: "Es el Evangelio el que nos marca el camino de vida como bautizados y como seguidores de Jesucristo. Por eso, como hacía Jesús, no podemos dejar de poner en el centro a las personas más vulnerables, a los que sufren, a los considerados menos importantes, a los pecadores. No podemos dejar de ser una Iglesia en salida, misionera y que se acerque a los alejados", ha manifestado el arzobispo, quien ha añadido que la Iglesia debe ser "una familia en la que cabemos todos, cada cual avanzando en su propio camino hacia la comunión plena con Dios. Una Iglesia que es madre, que escucha y acoge todos los que se acercan".

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Juan José Omella en el funeral del papa Francisco / EFE

"Una Iglesia en salida, misionera"

Estas palabras en pos de una Iglesia abierta, misionera y que se acerque a los márgenes se advierten como postulados aperturistas cercanos a los que ha expresado el papa Francisco durante su pontificado. Omella, de hecho, fue creado cardenal por Francisco en 2017 y ha sido una figura cercana al pontífice argentino, como uno de sus siete asesores de confianza en el Consejo de Cardenales.

Si bien el cardenal Omella rechaza la mirada política, es evidente que dentro de la Iglesia y en el cónclave existe una pulsión entre distintas sensibilidades, desde postulados más tradicionalistas, ejemplificados por 'papables' como los cardenales Péter Erdő, Willem Eijk o Robert Sarah, a los más aperturistas, que representan purpurados como Matteo Zuppi o Luis Antonio Tagle, pasando por figuras intermedias más pragmáticas como el cardenal Pietro Parolin