El conservador del Museo del Louvre ha estimado en 88 millones de euros el valor de las joyas robadas el domingo pasado de la Galería Apolo. Así lo ha informado a RLT la fiscal de París, Laure Beccuau, quien considera que es "extremadamente espectacular", pero que "no es comparable con los daños históricos" que ha supuesto este episodio. Aun así, ha especificado que los delincuentes "nunca ganarían esta suma considerable" si tuvieran la "muy mala idea" de desenroscar y fundir estas joyas. En medio de una grave crisis política e institucional en Francia --con las idas y venidas, entre mociones de censura, del primer ministro Sébastien Lecornu y con el expresidente, Nicolas Sarkozy, en prisión--, el asalto al museo más grande del mundo ha descubierto las graves deficiencias en su seguridad y ha significado un duro golpe para las instituciones del país.

Según la fiscal, la investigación está "en marcha" y asegura que "se han identificado a cuatro personas como presentes en el lugar de los hechos, sin certeza de que no hubiera un equipo para ayudarlas". Beccuau tampoco descarta "la posibilidad de complicidad dentro del museo". Por su parte, la ministra de Cultura, Rachida Dati, ha asegurado en la Asamblea Nacional que "las medidas de seguridad del museo no eran defectuosas" y ha insistido en que "han funcionado". Interrogada en la Asamblea Nacional durante las preguntas al gobierno, Dati ha aprovechado para echar balones fuera y plantear el tema de la vigilancia en la vía pública, ya que los ladrones entraron al museo por una ventana utilizando una grúa aparcada en la carretera al lado del Sena. "Lo estamos discutiendo con el ministro del Interior, pero también con el Ayuntamiento de París, sobre la seguridad de las vías públicas, que no existía en aquel momento", ha dicho.

La seguridad de los museos, en el punto de mira

Lo cierto es que, en menos de diez años, la disminución del personal dedicado a la seguridad de los museos "ha sido de un 25%", según ha señalado Elise Muller, de SUD-Culture, uno de los sindicatos que han participado en la reunión de este martes en el despacho de la ministra de Cultura, tal como ha recogido el diario francés Le Monde. También denuncian "presupuestos redirigidos hacia proyectos museísticos en detrimento de la renovación de los equipos dedicados a la vigilancia de las obras y del público", según Muller. Con todo, el ya considerado como "robo del siglo" por los medios franceses --perpetrado por cuatro individuos en tan solo siete minutos--, ha puesto en el punto de mira la gestión de un museo que, a pesar de ser un símbolo universal, sufre infraestructuras envejecidas, falta de personal y saturación de visitantes.