Si hace unas semanas se anunciaba que centenares de especies se encontraban en peligro, ahora un estudio demuestra que los entornos urbanos podrían ser más útiles de lo que pensamos. Así, una investigación publicada en Ecology muestra que los animales se mueven más rápido en entornos de "baja calidad", hecho que evidencia que podría cambiar la manera en que los conservacionistas piensan sobre la gestión de paisajes para ayudar en las especies a moverse como respuesta al cambio climático.

Según el informe de la ONU, un centenar de especies están en peligro de extinción. De esta manera, el estudio proporciona un marco de acción definitiva para ayudar a preservar muchas de estas especies que están en peligro. La investigación fue llevada a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Tufts (Estados Unidos), la Universidad de Liverpool (Reino Unido), la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) y la Universidad de Ottawa (Canadá).

A fin de que los paisajes faciliten la expansión del rango, hay un equilibrio entre promover el movimiento con hábitats de baja calidad (lugares donde una especia puede sobrevivir pero no tiene todos los recursos que necesita para completar su ciclo de vida) y promover el crecimiento de la población con hábitat de alta calidad. Así, se ha llegado a la conclusión de que los hábitats de baja calidad que cumplen con un estándar mínimo podrían proporcionar beneficios como conductas para el movimiento.

Entornos de "baja calidad"

¿Y por qué pasa eso? Según la investigación, los animales que se encuentran en un área inhóspita, tienden a hacer movimientos más largos y rectos. Mientras no mueran en esta área, su llegada a otra área de reproducción tenderá a ser más rápida. Los científicos utilizaron datos de 78 especies en 70 estudios para mostrar que, en el 73% de los casos, los animales se movían más rápido a través de hábitats de "calidad inferior".

"En escalas paisaje, el 15% de los hábitats de alta calidad es todavía más de lo que existe actualmente en la mayoría de ecosistemas. Ahora bien, nuestros hallazgos apuntan en la posibilidad de utilizar espacios verdes suburbanos e incluso urbanos como áreas subvaloradas que podrían facilitar los cambios de rango, si espacios verdes como el césped se convirtieran en jardines de plantas nativas, que tienen un alto potencial de conservación para los insectos y otras especies de vida silvestre", explica la autora principal Elizabeth Crone, profesora de Biología de la Universidad de Trufts.

La coautora del estudio Jenny Hodgson, profesora de Evolución, Ecología y Comportamiento en la Universidad de Liverpool, Reino Unido, añade: "Eso podría ofrecer una nueva perspectiva de flexibilidad para los planificadores del paisaje: no tienen que preocuparse si no pueden crear espacios interrumpiendo el hábitat de vida silvestre de alta calidad, en ningún sitio de eso, pueden crear "escalones" estratégicos en áreas urbanas y agrícolas. Sin ningún tipo de duda, los escalones tienen que proporcionar recursos para la reproducción, no sólo recursos alimenticios temporales".