Catalunya cuenta con la mayor comunidad china del Estado español. Hay aproximadamente entre 63.000 y 64.000 personas de origen chino empadronadas y esta cifra representa el cuarto grupo extranjero más numeroso en el país, con una presencia muy concentrada en la comarca del Barcelonès, especialmente en la ciudad de Barcelona, donde se calcula que viven más de 22.000 chinos, y en Santa Coloma de Gramenet, Badalona y L'Hospitalet de Llobregat. Y la voluntad creciente de la comunidad china residente en Catalunya es poder disponer de un espacio funerario que siga los principios tradicionales de su cultura, como es la integración con la naturaleza y el feng shui. Para poder responder a esta demanda, un fondo de inversión chino ha comprado una finca de 59 hectáreas en Monistrol de Calders (Moianès) y han presentado un proyecto para crear este parque santuario que también estará abierto a otras confesiones. El proyecto se encuentra actualmente en fase de tramitación y ahora la Generalitat, a través de Urbanisme, tendrá que valorar su idoneidad, según explica la ACN. El Ayuntamiento valora positivamente este proyecto dado que, aparte de recuperar una finca en desuso, será un "revulsivo" económico y social para la zona.
Restauración de una masía y recuperación de caminos
Este es un proyecto pionero en el país. Incluye una memoria ambiental que contempla la restauración de una masía, actualmente en mal estado, y la mejora de los pinares, así como la recuperación de los antiguos caminos. De las 58,7 hectáreas de la finca, un 56% será para el cementerio —con 80.000 unidades como máximo entre nichos, tumbas, panteones y columbarios—, mientras que un 38% será espacio forestal. En el documento, al que ha tenido acceso la ACN, se delimitan los espacios y usos de la finca de la Masia de la Pahissa, que es propiedad del fondo de inversión, pero actualmente está ocupada y se encuentra con un proceso judicial abierto. De los más de 587.400 m², unos 329.000 m² serán para el cementerio (un 56% del total), 34.253 m² para servicios generales (masía, un 6%) y el resto, 223.900 m² (38%) es forestal (incluyendo un pinar mediterráneo). También ha previsto un aparcamiento para vehículos. Según el documento, el diseño buscará la creación de espacios "tranquilos y de reflexión" con una integración paisajística para reducir su impacto. Así, incluirá zonas ajardinadas, bosque y la recuperación de antiguos caminos y piedra seca.
Una oportunidad para el municipio
El proyecto le ha caído como lluvia de mayo al Ayuntamiento de Monistrol de Calders, un municipio de la provincia de Barcelona, ubicado en una zona montañosa entre el Pla de Bages, la sierra de Sant Llorenç de Munt y la meseta del Moianès, y tiene una población de unos 750 habitantes. El alcalde, Arturo Argelaguer, explica a la ACN que acoger el que podría ser el primer cementerio de estas características puede ser un "revulsivo económico y social" para el municipio, y una "oportunidad de poner a Monistrol de Calders en el mapa", afirma Argelaguer, que sostiene que "sin inversiones, un pueblo no puede avanzar". Monistrol de Calders, como muchos pueblos pequeños, ha sufrido el estancamiento del paro y el cierre de una parte importante de los comercios, pero desde que se ha extendido la noticia del proyecto del cementerio, se han reactivado los alquileres y la venta de fincas. "Ha crecido la demanda y he hablado con propietarios con ganas de hacer inversiones en el pueblo", asegura el alcalde. El consistorio ha pedido a los promotores que prioricen la contratación de empresas y trabajadores locales para el proyecto, una petición que se mostraron a favor de cumplir. Y en el caso de la creación de alojamientos —un cementerio generará un importante movimiento de personas—, se les ha pedido que lo hagan en el núcleo urbano. Sin embargo, el alcalde es consciente de que no podrán "absorber" todos los visitantes. Por eso, cree que también será un beneficio importante para la comarca.
Un pueblo orográficamente parecido a Qingtian
Argelaguer explica que los promotores del proyecto hacía años que buscaban terrenos por toda Catalunya y que, entre otros aspectos, les interesó este pueblo porque "orográficamente se parece mucho a la parte del país de dónde son originarios, la región de Qingtian", de donde provienen la mayoría de residentes chinos en Catalunya. En el pueblo no tienen ningún vecino con orígenes chinos, pero están a media hora de Manresa, por ejemplo, donde hay una comunidad importante. Este junio Monistrol se ha hermanado con una localidad china, Dongyuan, en un viaje institucional, con la presencia del alcalde y el arquitecto, que sirvió para conocerse y avanzar en posibles alianzas. "Normalmente, una empresa se instaura en un lugar, paga sus impuestos y ya está; la cultura china tiene otro planteamiento, el de ver qué pueden aportar allí donde están". En esta línea, los inversores se mostraron dispuestos a aportar entre 20.000 y 40.000 euros anuales a las entidades del pueblo, si bien todavía no hay nada firmado. También se contempla la posibilidad de que contribuyan en la mejora de equipamientos como el campo de fútbol o la piscina.