El cambio climático y la deforestación están empujando a la selva de tropical de la Amazonia hacia un punto de no retorno, un camino que puede convertirla en una sabana, alerta un estudio científico publicado este lunes en la revista "Nature Climate Change". A partir de datos observacionales recolectados entre 1991 y 2016, los investigadores concluyen que cerca de tres cuartas partes de la masa forestal de la Amazonia, que juega un papel crucial en la regulación del clima del planeta, han perdido capacidad de regeneración enfrente de las alteraciones del ecosistema. Un análisis de imágenes por satélite en alta resolución sugiere que las zonas más próximas a la actividad humana, como espacios urbanos o de cultivo, así como las áreas que reciben menos lluvia de la selva, tienden a perder más rápido su resistencia a los cambios. La investigación se enmarca en el proyecto climático europeo TiPES, dedicado a identificar "puntos de inflexión en el sistema terrestre".
"Nos hemos centrado en la Amazonia porque creemos que es una de las partes del sistema climático que pueden conseguir un punto de no retorno", afirmó en una rueda de prensa virtual Tim Lenton, investigador de la Universidad de Exeter (el Reino Unido). "Con eso queremos decir que se puede llegar a un estado alternativo para la vegetación y la superficie de la tierra en esta parte de Sudamérica. Podría transformarse quizás en una cosa más parecida a una sabana", agregó el científico. Las primeras etapas en esta clase de alteraciones consisten en el hecho de que las selvas pierden su capacidad para recuperarse de acontecimientos regulares como periodos anuales de sequía, indican a los investigadores, que perciben precisamente estos síntomas de alarma en la evolución del bosque amazónico.
"El sistema está perdiendo estabilidad. Podemos apreciar estas señales sin necesidad que se registren grandes cambios en la biomasa o en la cobertura forestal", esgrime Lenton. Aunque durante el periodo estudiado existe una pérdida de vegetación, en parte debida a la deforestación, para el investigador el más preocupante es el declive en la capacidad del bosque para regenerarse.
Una vez la Amazonia llegara a conseguir un punto crítico de no retorno, los autores del estudio publicado en "Nature Climate Change" consideran que la conversión en una sabana podría producirse en "unas décadas". La resistencia aparente de los bosques tropicales de la cuenca del Amazonas se incrementó entre 1991 y 2000, pero ha decrecido desde entonces, según los datos publicados. Los científicos describen este proceso como una interacción entre periodos de sequía cada vez mayores, falta de renovación vegetal y un incremento de grandes incendios forestales, factores que disminuirían la masa verde de la zona cada vez con mayor celeridad.
El volumen medio de lluvias en la Amazonia no ha variado de manera aguda en los últimos años, a pesar del cambio climático, pero las estaciones secas son ahora más largas y severas, lo cual aumenta la presión en los ecosistemas. Los científicos subrayan que todavía existe incertidumbre sobre el tiempo que se tardaría en conseguir el punto de inflexión que puede desencadenar la pérdida definitiva de demasiado forestal y recalcan que este fenómeno se verá antes en las zonas situadas cerca de la actividad humana.