Toda la población de Catalunya respiró aire contaminado durante el 2018, según un informe de Ecologistas en Acción, que constata que todos los catalanes estuvieron expuestos a unos niveles que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a pesar de las abundantes lluvias. La contaminación generada desde el área metropolitana de Barcelona, las autovías y autopistas y la zona industrial del Camp de Tarragona se extendió por el territorio afectando zonas más alejadas y rurales en la forma de ozono troposférico. En cambio, se produjo una reducción general de los niveles de contaminación de partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, recuperando la tendencia decreciente iniciada en el 2008 con la crisis.

El informe elaborado por Ecologistas en acción analiza los datos recogidos en casi 800 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado, entre ellas 135 situadas en Catalunya.

Las elevadas precipitaciones del 2018 contribuyeron de manera importante a mejorar la calidad general del aire aquel año y sirvió para favorecer la dispersión y deposición de los contaminantes típicamente invernales, pero el prolongado calor estival mantuvo elevados los niveles de ozono.

Este trabajo toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la OMS y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión Europea. De acuerdo a estos niveles, el aire contaminado afectó a la totalidad de la población y del territorio de Catalunya. Si se toman los estándares de la normativa, más laxos, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales sería de 3 millones de habitantes en el Área de Barcelona, la Plana de Vic y el Prepirineo.

El dióxido de nitrógeno (NO2) y las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) afectaron a la mayor parte de la población de Catalunya, con especial incidencia en el área metropolitana, que volvió a incumplir el límite legal de NO2, así como al Puerto de Tarragona (partículas PM10 y SO2).

El ozono troposférico, sin embargo, es el contaminante que afecta a más población, con unos niveles que se mantienen estacionarios o incluso al alza. Eso se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio climático. Toda la población y el territorio catalanes estuvieron expuestos el año pasado a concentraciones de ozono peligrosas para la salud humana y vegetal, especialmente a las zonas rurales en sotavento de la ciudad de Barcelona y del polo químico de Tarragona.

Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire, dice Ecologistas en acción, son obligatorios según la legislación vigente. Pero, en el caso del ozono, la Generalitat "hace años que viene omitiendo la elaboración y aplicación de estos planes". "Se trata de una negligencia que está poniendo en peligro la salud de 5,8 millones de catalanes y de la mayor parte de los cultivos y bosques del país", avisa la entidad.

Disminuir el tránsito rodado

Por otra parte, aunque el año pasado no se ha reiterado en la Plana de Vic la superación registrada otras veces del objetivo legal anual establecido para cancerígeno benzo(a)pireno, 19 de las 26 estaciones que han medido este contaminante en Catalunya han superado la recomendación de la OMS, afectando a trece de sus quince zonas.

Ecologistas en Acción advierte que la única forma de mejorar la contaminación del aire es disminuir el tránsito rodado, con medidas eficaces de reducción del vehículo privado como el peaje urbano y potenciando el transporte público, la bicicleta y el tráfico para los peatones. También pide declarar un área de control de las emisiones del transporte marítimo al mar Mediterráneo y adoptar una estrategia de residuo cero.