La jornada de movilizaciones por Palestina de este 15 de octubre, con motivo de la huelga, ha estallado con tensión en Barcelona, marcada por una carga policial de los Mossos d’Esquadra en la estación de Sants, donde se han registrado momentos de pánico y uso de gas pimienta para dispersar a los manifestantes que bloqueaban el autobús del equipo israelí Hapoel Jerusalem. Entre los afectados se encuentra el diputado de la CUP, Xavi Pellicer. A las seis de la tarde, miles de personas se han concentrado delante de Sants para iniciar una manifestación que ha avanzado hacia el consulado de Israel. A pesar del carácter mayoritariamente pacífico de la marcha, sobre las seis y media se han registrado incidentes como el vandalismo contra un local de Burger King —señalado por sus vínculos con Israel— y la destrucción de contenedores en la calle Tarragona, hechos protagonizados por grupos de manifestantes encapuchados.
A medida que la manifestación avanzaba por la calle de Tarragona, el bloque principal se ha mantenido pacífico, pero detrás, un grupo de personas encapuchadas ha protagonizado varios incidentes violentos. Después de tumbar contenedores, sobre las seis y media han empezado a prenderles fuego, generando columnas de humo visibles desde varios puntos de l’Eixample. La Guardia Urbana y los Mossos han intensificado la presencia policial con furgones adicionales de la Brimo desplegados en la retaguardia de la marcha, mientras los servicios de emergencia han tenido que actuar rápidamente para apagar las llamas. El ataque a un local de Burger King, señalado por sus vínculos comerciales con Israel, y las hogueras improvisadas han tensado un recorrido que, hasta ese momento, había avanzado con consignas a favor de Palestina y un ambiente mayoritariamente reivindicativo pero tranquilo.
Pocos metros más allá del Burger King atacado, el fuego de varios contenedores volcados ha comenzado a propagarse por la acera y ha llegado a tocar las ramas bajas de algunos árboles de la calle Tarragona, encendiendo las alarmas de los servicios de emergencia. Un camión de los Bomberos de Barcelona ha acudido rápidamente al lugar de los hechos, entrando en escena entre las columnas de humo y los restos calcinados, mientras varios manifestantes observaban la intervención. En el camión se podía ver un grafiti pintado con la frase “Palestina libre”, coincidiendo con el epicentro de la protesta. Los bomberos han actuado con rapidez para empezar a apagar las llamas antes de que se propagaran más allá de los árboles y afectaran a otros elementos del mobiliario urbano.
Pasadas las siete de la tarde, la cabecera de la manifestación ha girado por la calle de la Diputació y ha continuado con los gritos habituales a favor de Palestina y contra Israel, entre los que se repetían consignas como "Boicot Israel", "Israel asesina, Europa patrocina" y "Solidaridad con la resistencia palestina". Después, la marcha subió por la calle de Entença en dirección a la Diagonal, mientras un helicóptero policial sobrevolaba constantemente el cielo de Barcelona. Al llegar a la altura de la calle Aragó, se produjo un nuevo foco de tensión: varios contenedores fueron incendiados de nuevo, lo que requirió la presencia inmediata de los bomberos para apagar las llamas. Justo al lado, un grupo reducido de jóvenes con la cara cubierta ha roto el escaparate de una oficina de Mapfre, convirtiendo el cruce de Aragó con Entença en un nuevo punto crítico de la jornada.
El consulado de Israel, punto caliente
Durante la llegada de la manifestación al consulado de Israel, en la Gran Via Carles III, se han producido los últimos episodios de tensión de la jornada. Justo después de completar el recorrido por la Diagonal, un numeroso grupo de encapuchados ha comenzado a lanzar petardos y cohetes contra la fachada del edificio, derribando también varias vallas de seguridad. Ante la escalada, los Mossos han actuado con rapidez y han dispersado al grupo utilizando gas pimienta. Los encapuchados se han replegado a la otra acera, desde donde han continuado lanzando pirotecnia de manera intermitente. Mientras, el resto de la manifestación ha seguido avanzando en un ambiente más tranquilo, hasta que la aglomeración de gente mermaba con el paso de los minutos. Sin embargo, los disturbios no han cesado. El sector más conflictivo de la manifestación ha vuelto al consulado, donde también han vuelto los petardos. La presencia policial era cada vez mayor y algunos encapuchados han prendido fuego a unos contenedores, por enésima vez durante la tarde y la noche de este miércoles. Durante estas actuaciones los Mossos han realizado algunas detenciones, aunque todavía no han indicado el número exacto.