El proceso de la Direcció General de la Policia para nombrar un nuevo major del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, que ganó el comisario Eduard Sallent, se llevó a cabo de forma correcta, según dos autos del Juzgado Contencioso número 8 de Barcelona, que ha desestimado los recursos presentados contra este proceso por el Sindicat Autònom de Policia (SAP) y por la Associació Professional de Comandaments de la Policia Catalana (COPCAT). Una decisión que ha avanzado SER Catalunya y que ha confirmado, teniendo acceso a los dos autos, ElNacional.cat.

Las dos organizaciones sindicales presentaron un recurso contra el proceso para elegir un nuevo major, un rango que actualmente solo tiene consolidado —aunque está en excedencia— quien ahora es director general de la Policia, Josep Lluís Trapero. El anterior director general, Pere Ferrer, abrió el proceso, al que se presentaron dos comisarios: Sallent, que en ese momento era jefe del cuerpo —fue destituido por Trapero el día antes de ser nombrado nuevo director general—, y la comisaria Alícia Moriana, que ahora es la número dos del cuerpo, con el comisario Miquel Esquius como comisario jefe, desde que el PSC y la consellera Núria Parlon ocuparon el palacete del paseo de Sant Joan, sede de Interior.

El proceso, paralizado cautelarmente

El proceso, sin embargo, se paralizó cautelarmente cuando estas dos organizaciones presentaron sus demandas. El comisario Sallent ya había recibido el aval del director general y ya había terminado el curso que se organizó en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC); solo faltaba hacer la evaluación y nombrar a Eduard Sallent como major. Ahora, con esta decisión judicial —igual para las dos demandas—, habrá que ver cómo evoluciona. El SAP ya ha presentado recurso al TSJC y el COPCAT todavía está dentro del plazo para hacerlo. El auto acepta que el proceso se llevó a cabo de forma correcta y ajustada a derecho, tal como había defendido el Departament d'Interior de aquel momento y la defensa de Eduard Sallent.

El nombramiento, así lo marca la ley, que prevé que pueda haber dos majors en activo, es un cargo discrecional, de confianza, de alta responsabilidad, y el juez insiste en que se ha hecho correctamente y conforme a la ley. El proceso se inició y finalizó durante la convocatoria de elecciones, cuando Pere Aragonès no logró aprobar los presupuestos. El gobierno de Esquerra, en solitario, se vio abocado a las elecciones, que ganó el PSC y que, después, con el apoyo de los mismos republicanos y los postcomunistas de los Comuns, logró investir a Salvador Illa presidente el pasado mes de agosto.

Eduard Sallent, comisario de los Mossos, en el acto de las Esquadres 2024 / Foto: Pau Venteo

Sea como sea, ahora, cuando se reanude el curso de major en el ISPC, se declarará apto a Sallent y se enviará el acta a la Direcció General de la Policia, informando que el comisario ha superado el curso. El director general Trapero, según lo previsto, deberá nombrar oficialmente al comisario como major, avalado por la designación efectuada por un antiguo director general, el aval —ahora sí— de la justicia, y el curso debidamente aprobado en el ISPC. Aun así, todo el mundo da por hecho que Josep Lluís Trapero, enfrentado históricamente a Sallent, dilatará todo lo que pueda este nombramiento que, evidentemente, cuando sea efectivo, cambiará de nuevo el mapa de mandos del cuerpo de los Mossos d'Esquadra. El papel de la consellera Parlon, ahora, será clave para saber cómo se actúa desde la Direcció General de la Policia con el nombramiento, o no, de Sallent como nuevo major. Algunas voces recuerdan los acuerdos que Esquerra y los Comuns tienen con el presidente Illa a raíz del acuerdo de investidura del pasado agosto.

Major Sallent

Nombrar major a Sallent, que actualmente es el jefe de la Regió Policial Metropolitana Sud, con sede en Sant Feliu de Llobregat, no implicaría que tuviera que ser, de nuevo, jefe del cuerpo. Lo que ha ganado es el rango de major, el mismo que tiene Josep Lluís Trapero. Cabe recordar que durante el mandato de Sallent como comisario jefe, aún con Trapero en activo, este último también quedó relegado a una comisaría sin poder. Los próximos pasos del director general marcarán el camino y también la resolución de este episodio o, por el contrario, su enquistamiento.

En espera de nuevos comisarios

De forma paralela, la Direcció General de la Policia también deberá iniciar los trámites para llevar a cabo una nueva promoción de comisarios. Aunque las bases todavía no se han publicado, los entornos policiales ya han abierto las apuestas, con las personas que en los últimos meses han asumido responsabilidades y la confianza del director general. Si bien es habitual que estos nombramientos se hagan de forma consensuada entre la dirección política de los Mossos y el propio departamento, la fuerza interna que puede ejercer Trapero parece que dejará poco margen a los jefes del departamento. Los nombres de los escogidos ya resuenan en las comisarías. Eso será otra guerra.