La consellera de Salut, Alba Vergés, ha calificado de discriminatoria la propuesta de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre la creación de una cartilla Covid que permita identificar la inmunidad de las personas para decidir qué medidas restrictivas adoptan unos y otros. La misma consellera ha admitido, en declaraciones a RAC1, que esta posibilidad se estudió en plena pandemia a propuesta del epidemiólogo Oriol Mitjà con el famoso carné de inmunidad: "Nosotros valoramos la opción de Díaz Ayuso, pero la descartamos. Dar una cartilla a alguien para que te dé un estatus de privilegio en un momento sin certeza clínica no es el camino".

El mismo jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, aseguró que "la segregación y la protección de los derechos de las personas" podían abrir debates éticos y jurídicos. La experta en salud pública y profesora de la Universidad Nacional de Singapur Helena Legido-Quigley también ha recordado que esta idea no la recomienda ni la misma OMS. Y, finalmente, ha sido la misma Ayuso quien ayer rectificó y calificó "de experimental" la implementación de este control.

Volviendo al terreno catalán, Vergés se felicita de su sistema: "Dudo de que haya sistemas con una red tan completa como la nuestra". Y, cuestionada sobre si se ha planteado dimitir, lo niega rotundamente: "Con el trabajo que tengo nunca he pensado dejar el país sin consellera de Salut, sería un mal mensaje", aunque ha admitido que le hubiera gustado tener antes la figura del nuevo secretari de Salut Pública. Joan Guix dimitió hace dos meses y el relevo se confirmó la semana pasada en la persona de Josep Maria Argimon. Precisamente en esta gestión y delante de los que la han cuestionado también ha cerrado filas respecto a los papeles que se reparten dentro del Govern: Llevo tres días montando reuniones con agentes de atención primaria. Yo, como consellera de Salut, me ocupo de Salut, y el president Torra de los mensajes a la ciudadanía".

El plan de la conselleria pasa ahora mismo por poner en marcha la figura del gestor Covid y los rastreadores, a quienes se les dará "continuidad laboral", ya que Vergés asegura que se prevé "un otoño todavía más complicado, porque se tendrá que sumar la pandemia de la gripe". Aunque los indicadores confirman que la situación en Lleida se ha estabilizado, desde el Govern consideran que es el punto más caliente con respecto al peligro de hospitalizaciones. No obstante, el objetivo fijado es no llegar nunca al nivel 5: "La ayuda en red de otros hospitales es importante. El nivel de control 5 es cuando el impacto en los hospitales es grande, y tratamos de anticiparnos".

Estos estadios forman parte del Plan de control de la transmisión de la Covid-19 que ayer se presentó para disminuir la transmisión del virus y romper las cadenas de contagio. La estrategia está marcada para los próximos dos años previendo que la pandemia global pueda alargarse durante este periodo.