Un nuevo estudio publicado en la revista Science Immunology ha demostrado que llevar a cabo una dieta cetogénica –alta en grasas saludables y baja en carbohidratos– puede ser muy útil para combatir mejor el virus de la gripe. La investigación ha sido llevada a cabo por la Universidad de Yale y se han utilizado ratones para llevarla a cabo.

Los roedores se dividieron en dos grupos. Los del primero siguieron una dieta cetogénica y los del segundo, una alimentación rica en carbohidratos. Los resultados mostraron que en los que siguieron la cetogénica, se activó un subconjunto de células T en los pulmones que no se asoció previamente con la respuesta del sistema inmunitario al virus, y que disminuyó la producción de mucosidad en las vías respiratorias.

Griposo

Al parecer, existen unos activadores del sistema inmunitario llamados inflamasomas que pueden causar respuestas dañinas del sistema inmunitario de organismo. Y la dieta cetogénica bloquea la formación de estos inflamasomas.  La dieta tiene una incidencia en la respuesta del sistema inmunitario a los patógenos como el virus de la gripe.

Los expertos que han participado en el trabajo demostraron que los ratones alimentados con una dieta cetogénica e infectados con el virus de la gripe tenían una tasa de supervivencia más alta que los ratones con una dieta normal alta en carbohidratos. Esto demuestra que la forma en que el cuerpo quema grasa para producir cuerpos cetónicos a partir de los alimentos que comemos, puede alimentar el sistema inmunitario para combatir la infección de la gripe.

La dieta cetogénica o keto, a pesar de la controversia que en ocasiones la acompaña, cuenta con numerosos estudios científicos que muestran su eficacia para determinadas circunstancias, y no solo para perder peso. Hay investigaciones que han concluido que es beneficiosa para personas que padecen diabetes, cáncer, epilepsia o Alzheimer.

En qué consiste la dieta cetogénica

Para llevarla a cabo –siempre guiados por un especialista–, hay que reducir drásticamente la ingesta de carbohidratos y reemplazarla por grasa saludable, lo que provoca que el cuerpo entre en un estado metabólico llamado cetosis.  Cuando esto sucede, el organismo comienza a quemar grasa para obtener energía. También convierte la grasa en cetonas en el hígado, que pueden suministrar energía al cerebro. Cuando se lleva a cabo, se reducen los niveles de azúcar en sangre y de insulina, y desvía el metabolismo del cuerpo de los carbohidratos hacia las grasas y las cetonas.

Fresas

Por lo general, para llevarla a cabo hay que destinar el 75% de la ingesta a la grasa, 20% a la proteína y solo 5% a los carbohidratos. Se deben reducir drásticamente o directamente evitar alimentos como los cereales, arroz, la pasta, los refrescos, zumos de frutas, pasteles, helados, dulces, la mayor parte de la fruta, las legumbres, las verduras y tubérculos ricos en almidón, como las patatas y las zanahorias o las bebidas alcohólicas. En cambio se prima el pescado de grasas saludables como el aceite de oliva, el aguacate, los pescados ricos en grasas y omega 3, la carne, los huevos, algunos frutos secos, frutas como las bayas, las fresas o el chocolate negro.