La enfermedad del hígado graso tiene lugar cuando se acumula grasa en la células hepáticas. Hay dos tipos de hígados grasos, el alcohólico y el no alcohólico, que es el más común y que se da cada vez en los países occidentales. Habitualmente, el hígado graso no alcohólico no presenta signo claros ni síntomas en quien lo padece, aunque si aparecen, los más normales son tanto la fatiga como las molestias en la parte superior derecha del abdomen.

Las causas que suelen provocar el hígado graso no alcohólico son el sobrepeso o la obesidad, la resistencia a la insulina, la hiperglucemia y los niveles altos de grasas en la sangre, sobre todo los triglicéridos.

Por eso los científicos llevan tiempo dedicando muchas horas de investigación a un problema como este. Ahora, un grupo de investigadores de la norteamericana Universidad de Penn State ha revelado los resultados de un estudio que han llevado a cabo en roedores y que ha sido publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry.

Del trabajo se desprende que la combinación de extracto de té verde y ejercicio redujo la gravedad de la enfermedad del hígado graso relacionada con la obesidad en un 75% en ratones alimentados con una dieta alta en grasas. Un hallazgo que sus autores confían en que pueda tener su traslación a los seres humanos.


CorriendoActualmente, la enfermedad del hígado graso no alcohólico es un problema de salud global significativo que se espera que empeore. Debido a la alta prevalencia de factores de riesgo como la obesidad y la diabetes tipo 2, se pronostica que la enfermedad del hígado graso afectará a más de 100 millones de personas para 2030. Y actualmente no existen terapias validadas para la enfermedad.

El estudio

Durante la investigación se encontró que los ratones alimentados con una dieta alta en grasas durante 16 semanas que consumieron extracto de té verde y se ejercitaron regularmente al correr sobre una rueda tenían solo una cuarta parte de los depósitos de lípidos en sus hígados en comparación con los que se ven en los hígados de un grupo control de ratones. Los ratones que fueron tratados solo con extracto de té verde o ejercicio solo tenían aproximadamente la mitad de grasa en sus hígados que el grupo de control.

Además de analizar los tejidos hepáticos de ratones en el estudio, los investigadores también midieron el contenido de proteínas y grasas en sus heces. Descubrieron que los ratones que consumieron extracto de té verde y ejercitaron tenían niveles más altos de lípidos y proteínas fecales.

En palabras de los autores del estudio, “creemos que los polifenoles en el té verde interactúan con las enzimas digestivas secretadas en el intestino delgado e inhiben parcialmente la descomposición de los carbohidratos, grasas y proteínas en los alimentos. Entonces, si un ratón no digiere la grasa en su dieta, esa grasa y las calorías asociadas con ella pasan a través del sistema digestivo del ratón, y una cierta cantidad termina saliendo en sus heces”.

Se necesita más investigación para ver si existe una sinergia creada por el extracto de té verde y el ejercicio trabajando juntos para reducir la grasa depositada en el hígado, o si los efectos son simplemente aditivos.


Té verdeEn investigaciones relacionadas anteriores, este equipo de científico demostró que el extracto de té verde y el ejercicio juntos redujeron drásticamente la masa corporal y mejoraron la salud cardiovascular de los ratones alimentados con alto contenido de grasa.

Pero debido a que no se han llevado a cabo aún ensayos en humanos que evalúen los beneficios y riesgos para la salud del té verde combinado con ejercicio, recomiendan precaución a las personas que deciden experimentar con la estrategia de salud por su cuenta hasta que se pruebe en personas. De todas formas, creen que los resultados –cuando se realicen las pruebas en humanos– serán positivos.