La intervención temprana es actualmente uno de los grandes aliados en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer, con medicamentos y ejercicios mentales se puede, a día de hoy y potencialmente, retrasar el desarrollo de la enfermedad. Pero uno de los grandes problemas es el diagnóstico, porque muchas veces no se puede hacer con precisión de forma prematura porque no hay signos biológicos claros o biomarcadores de esta patología. Los médicos lo suelen determinar en base a indicaciones de deterioro cognitivo y, a veces, en escáneres cerebrales. 

Un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad de Duke, en Durham, (Carolina del Norte) ha utilizado una técnica que combina dos tecnologías existentes para detectar signos de la enfermedad en la retina en la parte posterior del ojo.  Hasta ahora, solo han probado esta técnica en un modelo de ratón con Alzheimer. Pero si se puede demostrar que funciona en humanos, podría conducir al desarrollo de un dispositivo de detección relativamente barato, compacto y fácil de usar. La investigación aparece en la revista Scientific Reports.

Optometrista

Los científicos que han participado en el estudio subrayan que la retina es efectivamente una extensión del sistema nervioso central, una especie de ventana al cerebro. Y hay investigaciones que han establecido el adelgazamiento de la retina como un signo temprano de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, el envejecimiento normal del organismo y otras enfermedades, como el Parkinson y el glaucoma, también causan este adelgazamiento. 

La tecnología utilizada para medir el grosor de la retina, conocida como tomografía de coherencia óptica (OCT), es como el equivalente óptico de la ecografía. Construye una imagen transversal de la retina enviando ondas de luz a los tejidos y registrando cuánto tardan en volver. Pero puede dar resultados inconsistentes, debido a las diferencias entre las máquinas y la forma en que funcionan. 

Para abordar las deficiencias de la tecnología, los investigadores de Duke combinaron OCT con una técnica de imagen llamada interferometría de baja coherencia resuelta en ángulo (a/LCI), que analiza cómo la retina dispersa la luz para medir su morfología. En un modelo de ratón con Alzheimer, descubrieron que la capa superior de la retina es más áspera y más desordenada que en ratones sin la enfermedad. Otros estudios han encontrado que las placas que caracterizan el Alzheimer en el cerebro también están presentes en esta capa de la retina, que se llama capa de fibra nerviosa. Estas placas pueden ser una de las características distintivas que le dan a la retina una textura más áspera y variable en el Alzheimer.

Farmacia

Los expertos afirman que la esperanza “es que podamos utilizar esta información para crear un dispositivo de detección fácil y económico que no solo estaría disponible la propia consulta del médico sino también en lugares como la farmacia habitual. El equipo de científicos está ahora trabajando para incorporar una tecnología propia en un dispositivo OCT de bajo coste, que podría incluso alertar de los primeros signos de otras enfermedades neurodegenerativas y no solo el Alzheimer.