Ya lo dicen todas las autoridades sanitarias: lavarse las manos es uno de los gestos más importantes a la hora de prevenir la infección por COVID-19. De hecho, está demostrado científicamente que una buena rutina en este sentido puede retrasar significativamente el progreso de un brote.

Sin embargo, hay más de una forma de limpiarse las manos, y los científicos están interesados ​​en comprender qué método es el mejor. Asimismo, el secado de manos ha sido motivo de estudio por un grupo de investigadores para conocer cuál es la mejor fórmula para llevarlo a cabo.

Después de lavarse las manos, aún puede haber patógenos residuales en la piel. Los investigadores han querido saber la mejor manera de eliminar estos virus residuales de manera más eficiente y evitar que las personas los transfirieran a las superficies. En la investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Leeds, se estudió el secado con toallas de papel y secadores mecánicos.

Secador manos

El estudio

Los microbios sobreviven mejor en la humedad, por lo que los que permanecen unidos durante el lavado tienen más probabilidades de extenderse a las superficies si las personas no se secan las manos correctamente. Los científicos analizaron el comportamiento de un grupo de voluntarios que trabajan en un hospital. Los participantes simularon la contaminación de sus manos usando una preparación de bacteriófagos, virus que infectan bacterias. Luego, cada persona se secó las manos con toallas de papel o un secador en un baño público del recinto. 

Más tarde, los investigadores recogieron muestras de 11 áreas públicas y de sala, incluidos pasamanos de escaleras, puertas, botones de elevación, sillas, teléfonos, estetoscopios y botones en intercomunicadores de acceso. Esto ayudó al equipo a comprender si los participantes habían extendido la contaminación al hospital. Cada uno de los participantes usó un delantal durante el proceso de secado para que los investigadores pudieran medir la contaminación de la ropa y cómo podría extenderse a las superficies.

Los expertos concluyeron que ambos métodos de secado de manos redujeron significativamente la contaminación de las manos . Sin embargo, después de usar el secador, hubo contaminación ambiental en las 11 superficies, en comparación con seis superficies después del uso de la toalla de papel. De hecho, la contaminación promedio de la superficie después del contacto con las manos fue 10 veces mayor después del secador que después del uso de toallas de mano

Papel manos

Además, la contaminación después del contacto con la ropa solo se produjo después del uso de un secador. Se trata de conclusiones importantes, porque tanto pacientes, como visitantes y el personal utilizan los baños públicos y muchos se decantan por el secador.

Las conclusiones de los investigadores es que todo apunta a que las personas deberían usar toallas de papel después de lavarse las manos, aunque todavía hace falta más investigación para determinar con exactitud esta circunstancia. Lo que sí queda claro desde el punto de vista de la higiene, es que las toallas de papel son mejores que los secadores de aire eléctricos y por lo tanto deben recomendarse en lugares donde la higiene es primordial, como hospitales y centros de salud.