Los riesgos de mortalidad por infección del SARS-CoV-2 sigue siendo una de las cuestiones más peliagudas de toda esta pandemia. Hace falta aún mucha más información y estudios para determinar factores de riesgo y causas, pero los primeros datos ya están arrojando algunas conclusiones interesantes.

Recientemente, un informe publicado en The British Medical Journal analiza el riesgo de morir por COVID-19 según la edad. Según el experto que firma el informe, David Spiegelhalter, presidente del Centro Winton de Comunicación de Riesgos y Evidencias, del Laboratorio de Estadística Centro de Ciencias Matemáticas, en Reino Unido, “a medida que la Covid-19 pasa de ser una amenaza social a una cuestión de gestión de riesgos, es vital que los riesgos asociados se comprendan y se comuniquen claramente”.

Para extraer conclusiones, el investigador ha analizado la tasa de mortalidad de la población que puede ayudar a comprender la proporción de la población total que se infecta y luego muere con Covid-19 durante un tiempo específico. Los datos los ha extraído de los registros de defunción en los que se menciona la Covid-19 en Inglaterra y Gales entre el 7 de marzo y el 26 de junio de 2020, teniendo en cuenta que es una cifra subestimada porque existió un infradiagnóstico en personas que no presentaban síntomas clásicos, no se sometieron a pruebas y, por lo tanto, no se incluyó la Covid-19 como causa en el certificado de defunción.

Matrioskas con mascarilla

Matrioskas con mascarilla

En esas 16 semanas, se registraron 218.354 muertes en Inglaterra y Gales, en comparación con un promedio de 159.595 para este período durante los últimos cinco años. Por lo tanto, se produjo un aumento de 58.759 muertes sobre la media, un 37%. De ellas, el 49.607 (84%) fue por Covid-19.

Los riesgos de mortalidad de la población en general muestran un pico temprano relacionado con las enfermedades congénitas y las complicaciones del nacimiento. Luego se produce un mínimo de cifras de defunción alrededor de los 9 o 10 años y un aumento constante, que es notablemente lineal, en los últimos años de la adolescencia y principios de los 20 que tienen que ver con el aumento de muertes por cuestiones no naturales. A partir de los 35 años, el riesgo anual aumenta en un promedio del 9,7% al año para los hombres y del 10,4% al año para las mujeres. Esto significa que, en circunstancias normales, el riesgo medio anual de muerte se duplica por cada siete años de edad adicional.

Las tasas de mortalidad de la población debido a la Covid-19 muestran una linealidad aún más fuerte. La tasa de mortalidad durante este período de 16 semanas fue alrededor de un 12-13% más alta por cada año de edad, lo que corresponde a duplicar por cada cinco a seis años adicionales de edad, y esta relación es consistente desde la niñez hasta la vejez. Además, en promedio, los hombres experimentaron un riesgo adicional de alrededor del 70% en comparación con las mujeres de la misma edad.
La relación del riesgo de mortalidad por el coronavirus con la edad es ligeramente más pronunciada que para el riesgo al normal, pero lo cierto es que para las personas mayores de 45 años las líneas son bastante paralelas, lo que indica que el riesgo promedio de contraer y luego morir a causa del virus es aproximadamente proporcional al riesgo normal de morir durante el mismo período.

Señora intubada

Señora intubada

Todo este análisis pone de manifiesto que, aunque la edad parece ser la influencia abrumadoramente dominante sobre la mortalidad, otros factores afectan el riesgo individual. Más del 90% de las personas que han muerto con Covid-19 tenían afecciones médicas preexistentes.