Nuevo avance en la investigación para revertir el Alzheimer. Un equipo de investigación codirigido por el Institut de Bioingenieria de Catalunya (IBEC) y el Hospital West China de la Universidad de Sichuan (China) ha demostrado la eficacia de una estrategia basada en nanopartículas que revierte la enfermedad de Alzheimer en ratones. Se trata de un innovador enfoque: mientras que la nanomedicina tradicional se basa en nanopartículas como portadoras de moléculas terapéuticas, el nuevo tratamiento utiliza nanopartículas que son bioactivas por sí mismas, es decir, fármacos supramoleculares. Así, en lugar de dirigirse directamente a las neuronas, la terapia restaura la función adecuada de la barrera hematoencefálica, el “guardián vascular” que regula el entorno del cerebro, con lo cual se logró revertir la patología del Alzheimer en modelos animales.

El equipo ha demostrado que enfocar la terapia en un mecanismo específico permite que las “proteínas de desecho” indeseadas producidas en el cerebro atraviesen esta barrera y se eliminen correctamente por el flujo sanguíneo, según explican en su estudio publicado en la revista Signal Transduction and Targeted Therapy. En el Alzheimer, la principal proteína “de desecho” es la beta amiloide, cuya acumulación perjudica el funcionamiento normal de las neuronas.

En su investigación, los investigadores utilizaron modelos de ratones programados genéticamente para producir cantidades mayores de beta amiloide y desarrollar un deterioro cognitivo “significativo” que imita la patología del Alzheimer. Administraron solo tres dosis de los fármacos supramoleculares y posteriormente monitorizaron regularmente la evolución de la enfermedad. Una hora después de la inyección, los investigadores observaron una reducción de entre el 50 y el 60% en la cantidad de beta amiloide dentro del cerebro, según ha explicado el coautor del estudio e investigador del Hospital West China de la Universidad de Sichuan, Junyang Chen.

Ratón sano en seis meses

Los investigadores realizaron varios experimentos para analizar el comportamiento de los animales y medir el deterioro de la memoria durante varios meses, cubriendo todas las etapas de la enfermedad. En uno de los experimentos, trataron a un ratón de 12 meses —equivalente a un humano de 60 años— con las nanopartículas y, seis meses después, observaron que el animal —de 18 meses, comparables a 90 años humanos— había recuperado “el comportamiento de un ratón sano”. El investigador principal del Grupo de Biónica Molecular del IBEC y líder del estudio, Giuseppe Battaglia, ha señalado que el efecto a largo plazo proviene de la restauración del sistema vascular del cerebro: “Creemos que funciona como una cascada. Cuando se acumulan especies tóxicas como la beta amiloide, la enfermedad progresa”. “Una vez que la vascularización puede funcionar nuevamente, comienza a eliminar la beta amiloide y otras moléculas perjudiciales, lo que permite que todo el sistema recupere su equilibrio”, apunta Battaglia. Lo más relevante, según explica, es que las nanopartículas actúan como un fármaco y parecen activar un mecanismo de retroalimentación “que devuelve esta vía de eliminación a niveles normales”.

Giuseppe Battaglia y Lorena Ruiz, investigadores del grupo de Biónica Molecular en el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) / Foto: EP

La propuesta de esta terapia con nanopartículas ofrece una “vía prometedora” para desarrollar intervenciones clínicas efectivas, abordar las contribuciones vasculares a la enfermedad de Alzheimer y mejorar, en última instancia, los resultados de los pacientes. La investigadora del grupo de Biónica del IBEC y profesora adjunta de la Universitat de Barcelona (UAB), Lorena Ruiz Pérez, ha señalado que el estudio ha demostrado una “notable eficacia” para conseguir una eliminación rápida de la beta amiloide, restaurar la función saludable de la barrera hematoencefálica y conducir a una reversión de la patología del Alzheimer.