Vuelve la pesadilla de la primera ola por coronavirus en el Hospital de Igualada, una de las primeras zonas en sufrir el confinamiento perimetral por el aumento abrupto de los contagios. Ahora, el repunte no los coge por sorpresa, tampoco la enfermedad, pero los déficits en el personal es la constante de la mayoría de los centros. Este, gestionado por el Consorcio Sanitario del Anoia (CSA) pasa por los momentos más difíciles de los últimos diez meses. En cuatro semanas, ha habido 31 víctimas mortales por coronavirus.

Si miramos cifras más recientes, en la última semana han muerto nueve personas, el número de defunciones más alto registrado desde el inicio de este 2021 y el segundo peor dato desde el inicio de la pandemia el pasado mes de marzo. El Hospital de Igualada ya suma, en total 190 personas muertas. Las defunciones van acompañadas de un colapso a la Unidad de Curas Intensivas y han aumentado su capacidad en 16 camas, de las cuales 13 están dedicados a pacientes Covid.

En paralelo también suben el número de pacientes por esta enfermedad en las plantas convencionales. De los 174 ingresados, 74 son por Covid, prácticamente la mitad. Y si miramos en la última semana, el hospital atendió a 96 pacientes confirmados por coronavirus y 62 de los cuales permanecieron en el Hospital.

Por todo ello, la dirección ha decidido reforzar las normas de seguridad y distancia. Desde ayer, el acceso queda restringido de las 22h a las 7h de forma temporal. Sólo las personas que por causa justificada tengan que acceder al centro, lo pueden hacer desde urgencias.

El Hospital de Igualada también ha puesto en marcha su campaña de vacunación propia. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha visitado las instalaciones para conocer el dispositivo de campaña. La dirección agradece al equipo de administración y enfermería por la tarea que están haciendo.

Zona zero

Igualada, Òdena, Santa Margarida de Montbui y Vilanova del Camí fueron los municipios más afectados el pasado mes de marzo. Estos cuatro municipios anoiencs, sin embargo, a diferencia del resto de Catalunya, han sufrido la crisis del coronavirus de manera más intensa debido al conocido como "brote de Igualada", que provocó que la Conca d'Òdena viviera un doble confinamiento. Y es que durante 25 días –del 13 de marzo al 6 de abril- este territorio quedó completamente aislado del resto del país.