La American Psychological Association, una de las más prestigiosas del mundo, acaba de publicar un curioso estudio en el que analiza por qué las personas mienten. Y una de las razones más frecuentes tiene que ver con la percepción que creen que sobre sí mismos van a tener los demás. En concreto, mentimos porque si nos han sucedido demasiadas cosas buenas pensamos que vamos a resultar pretenciosos o egoístas y preferimos decir una mentira y resultar de mejores personas cara a los demás.

Según los expertos, “muchas personas se preocupan mucho por su reputación y por cómo serán juzgadas por los demás, y esa preocupación por parecer más honestos o buenas personas puede ser mayor incluso que la propia decisión de ser honestos y decir la verdad”. La razón es que cuando alguien experimenta una serie de sucesos en su vida extremadamente favorables, anticipa las reacciones sospechosas y de desconfianza que esta buena suerte puede despertar en los demás y por eso prefiere mentir y ocultar la verdad que parecer un engreído.

Mujeres hablando

La investigación

Los resultados del estudio provienen de una serie de experimentos realizados con abogados y estudiantes universitarios en Israel, Estados Unidos y el Reino Unido. La investigación, publicada Journal of Experimental Psychology, se desarrolló de la siguiente manera. Se pidió a los abogados que imaginaran un escenario en el que estuvieran reunidos con un cliente a los que deberían facturar por su caso una cantidad de tiempo de entre 60 y 90 horas. El abogado debería estar trabajando en una oficina de tal forma que el cliente no sabría cuántas horas realmente iba a dedicar el caso.

A la mitad de los participantes se les dijo que habían trabajado 60 horas en el caso, mientras que a la otra mitad se les dijo que habían trabajado 90 horas. Luego se les preguntó cuántas horas facturarían al cliente. En el grupo de 60 horas, los abogados respondieron a la situación informando de que habían trabajado una media de 62.5 horas. En concreto, un 17% del grupo mintió para inflar sus horas. En el grupo de 90 horas, los abogados declararon haber trabajado una media de 88 horas. El 18% del grupo mintió y declaró haber trabajado menos horas de las reales. Cuando se les pidió una explicación de las horas que facturaron, un porcentaje de los abogados del grupo de 90 horas aseguró que les preocupaba que el cliente pensara que había sido engañado y que le estuvieran mintiendo acerca de la cantidad de horas facturables

Dados

En el otro experimento, 149 estudiantes universitarios de un centro israelí jugaron por Internet a una serie de juegos que consistían en tirar dados y lanzar monedas. Debían hacerlo en soledad y luego informar al investigador de las puntuaciones obtenidas. Sin que ellos lo supieran, el programa fue manipulado para que la mitad de los estudiantes para que obtuvieran resultados muy buenos en los juegos, mientras que el otro grupo obtuvo resultados aleatorios basados ​​en el azar.

En el primer grupo, el 24% de los participantes no declaró su número de victorias, en comparación con el 4% de entre los del grupo de resultados aleatorios. La razón que adujeron tras finalizar el experimento es que pensaban que resultarían más honestos de cara al investigador si no eran totalmente sinceros con el número de victorias.