Los hombres que presentan un nivel alto de testosterona libre y una hormona del crecimiento en la sangre, tienen más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer de próstata. Así ha quedado de manifiesto en una investigación en la que se han analizado los datos de 200.000 hombres en lo que supone uno de los estudios más amplios desarrollados hasta la fecha.

Así como la incidencia de otros factores como la edad avanzada, el origen étnico y los antecedentes familiares de la enfermedad, ya se sabía que aumentaban el riesgo de padecer este tipo de cáncer, es la primera vez que se demuestra de forma fehaciente que estas dos hormonas juegan un papel importante, con lo que se abre una puerta a la esperanza de modificar la presencia de ambas en la sangre para prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Ventana

La investigación ha sido desarrollada en la Universidad de Oxford y los expertos que han participado destacan que, aunque el cáncer de próstata es el segundo más diagnosticado en los hombres en todo el mundo después del cáncer de pulmón, no hay consejos basados ​​en la evidencia que se puedan llevar a cabo para reducir el riesgo de padecerlo.

El estudio

Los hombres que participaron en el estudio no padecían cáncer y cuando se unieron al estudio no estaban tomando ninguna terapia hormonal. Se les tomaron muestras de sangre para determinar sus niveles de testosterona y una hormona de crecimiento llamada factor de crecimiento, similar a la insulina-I (IGF-I).

En concreto, los investigadores calcularon los niveles de testosterona libre, que circula libremente por el torrente sanguíneo, no adherida a las proteínas. Dentro del grupo, un total de 9.000 hombres proporcionó una segunda muestra de sangre más tarde, para ayudar a los investigadores a explicar las fluctuaciones naturales en los niveles hormonales.

Los hombres fueron seguidos durante un promedio de seis a siete años para ver si desarrollaban cáncer de próstata. Dentro del grupo, hubo 5.412 casos y 296 muertes por la enfermedad. Los investigadores encontraron que los hombres con concentraciones más altas de las dos hormonas en la sangre tenían más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer de próstata. En total, el riesgo es de un 25% mayor en los hombres que tienen los niveles más altos de IGF-I, en comparación con aquellos con los más bajos. Los hombres con los niveles más altos de testosterona libre tienen un riesgo 18% mayor de sufrir cáncer de próstata, en comparación con aquellos con los niveles más bajos. 

Bici

Gracias al gran tamaño del estudio, los investigadores también pudieron tener en cuenta otros factores que pueden influir en el riesgo de cáncer, incluido el tamaño corporal, el estado socioeconómico y la diabetes. La tesis es que estas dos hormonas podrían ser un mecanismo que vincula factores como la dieta, el estilo de vida y el tamaño corporal con el riesgo de cáncer de próstata. Los científicos se muestran muy esperanzados de poder desarrollar un programa de prevención de este tipo de cáncer en base a la información obtenida en este artículo. Y también subrayan la importancia de llevar a cabo investigaciones con muchos participantes, que permiten obtener resultados más concluyentes y ayudar a más personas.