El cáncer de pulmón es una de las enfermedades oncológicas más temidas y, lamentablemente, la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. En España, más de 23.000 personas mueren cada año -cifras provisionales de 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE)- por esta patología. Su alta mortalidad deriva sobre todo de una detección tardía, cuando ya se encuentra en un estado avanzado. Por eso, cada avance médico que contribuya a un diagnóstico precoz y preciso es un paso de gigante.

Aquí es donde entra en juego una pionera técnica endoscópica, mínimamente invasiva y de alta precisión: la ecobroncoscopia (EBUS), también conocida como broncoscopia con ecografía endobronquial, que permite la obtención de muestras de ganglios linfáticos y lesiones situadas alrededor de la tráquea y los bronquios mediante ecografía en tiempo real, sin necesidad de cirugía. Este procedimiento reduce claramente los riesgos para el paciente y agiliza el proceso diagnóstico.

Hablamos con neumólogos especialistas del Hospital Quirónsalud Málaga y Hospital Quirónsalud Zaragoza que ya utilizan esta técnica en su día a día para conocer sus posibilidades y cómo funciona.

Un ojo de alta resolución

La ecobroncoscopia está transformando el abordaje del cáncer de pulmón. Es una técnica endoscópica que emplea un broncoscopio equipado con una sonda ecográfica (convexa o radial). Esto permite realizar punciones transbronquiales con aguja fina (TBNA) guiadas por imagen, posibilitando visualizar y acceder a ganglios linfáticos y lesiones situadas alrededor de la tráquea y los bronquios, áreas que antes solo eran accesibles mediante cirugía.

El Dr. Francisco Linde, especialista en Neumología del Hospital Quirónsalud Málaga, subraya la precisión del método: “el EBUS posibilita acceder a estructuras mediastínicas profundas con gran precisión, lo que permite obtener muestras para análisis histológico o citológico con mayor seguridad y eficacia”.

Diagnóstico y hoja de ruta en un mismo paso

El EBUS no solo se limita a la detección; es fundamental para la estadificación o determinación de la extensión de la enfermedad, del estadio en el que se encuentra. Saber la fase exacta del tumor es indispensable para tomar decisiones terapéuticas críticas.

Tal como lo explica el Dr. Linde, la técnica es esencial para “determinar la estadificación o extensión de la enfermedad, elegir el tratamiento más adecuado y valorar si el paciente es candidato a cirugía, inmunoterapia o quimioterapia”. De hecho, el Dr. Carlos Orellana, jefe de Servicio de Neumología en Hospital Quirónsalud Zaragoza, destaca su impacto en la estrategia de tratamiento: “aporta una serie de beneficios que ayudan a la planificación terapéutica... y facilita la evaluación de la extensión de la enfermedad”.

En el contexto del cáncer de pulmón, el Dr. Orellana insiste en que la detección precoz y la evaluación de la extensión no solo mejoran el pronóstico, sino que también “ayuda en gran medida al equipo que formamos parte del comité de tumores a establecer el plan que debe seguir el paciente durante el tratamiento”.

Comodidad y menos riesgos

La naturaleza mínimamente invasiva del EBUS se traduce directamente en un beneficio para el paciente. La intervención se realiza bajo sedación y, en la mayoría de los casos, no requiere hospitalización. Esto permite que se realice en régimen ambulatorio o de hospital de día, y el paciente puede ser dado de alta a las pocas horas tras la exploración.

Al ser un procedimiento menos invasivo que otras técnicas broncoscópicas, conlleva un menor riesgo de complicaciones y reduce el tiempo de recuperación.

Más allá del cáncer de pulmón

Aunque el EBUS es una herramienta fundamental para el cáncer de pulmón, su utilidad se extiende al diagnóstico de otras patologías que afectan al mediastino (zona central del tórax) y los pulmones. Permite diagnosticar con precisión enfermedades como la sarcoidosis, diversos tipos de linfomas o tuberculosis ganglionar o metástasis.

También es útil en el caso de metástasis de tumores extrapulmonares. Cuando un cáncer originado en otro órgano (como el colon, la próstata o la mama) se ha diseminado al tórax, el EBUS permite identificar y obtener muestras de las metástasis presentes en los ganglios linfáticos mediastínicos, lo cual es clave para la estadificación y la planificación del tratamiento sistémico del paciente.

Por todos estos motivos, la expansión del EBUS en el sistema sanitario español -como en la red de hospitales del Grupo Quirónsalud- supone un gran paso en la lucha contra una de las enfermedades más desafiantes, asegurando que un diagnóstico más rápido y preciso se traduzca en mejores resultados y esperanzas para miles de pacientes.