El director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, ha predicho que las vacunas existentes serán mucho menos efectivas para hacer frente ala variante sudafricana Ómicron que las cepas anteriores de coronavirus y advirtió que pasarán meses antes de que las empresas farmacéuticas pudieran fabricar nuevas variantes específicas a escala. Según una conversación con el Financial Times, Bancel asegura que el elevado número de mutaciones en la proteína espiga, que el virus utiliza para infectar células humanas, y la rápida propagación de la variante, sugieren que la cosecha actual de vacunas puede tener que modificarse el próximo año. "No hay ningún mundo, creo, donde esté el mismo nivel. Tuvimos la misma situación con el Delta".

Diferentes puntos de vista

"Creo que será una caída material. No sé cuándo porque tenemos que esperar los datos. Pero todos los científicos con quienes he hablado dicen que la situación no es buena". Los comentarios del director ejecutivo de Moderna llegan cuando los expertos en salud pública y los políticos han intentado dar un tono más optimista sobre la capacidad de las vacunas existentes. El lunes, Scott Gottlieb, director de Pfizer y antiguo comisario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, dijo al canal CNBC: "Hay un grado razonable de confianza en los círculos de vacunas que con tres dosis, el paciente tendrá una protección bastante buena contra esta variante".

Por su parte, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, dijo posteriormente que Ómicron era "un motivo de preocupación, no un motivo de pánico", y añadió que los expertos médicos del gobierno "creen que las vacunas seguirán ofreciendo un grado de protección contra enfermedades graves". Sin embargo, Bancel dijo que los científicos estaban preocupados porque 32 de las 50 mutaciones de la variante, se encuentran en la proteína espiga, donde las vacunas actuales se centran para aumentar el sistema inmunitario del cuerpo humano para combatir Covid. La mayoría de los expertos pensaban que una variante tan mutada no surgiría durante uno o dos años, aseguran desde Moderna.

Caída económica

Esta nueva variante comporta también consecuencias económicas. El índice de acciones europeo Stoxx 600 cayó en torno a un 1,3% con el FTSE 100 del Reino Unido, el Dax de Alemania y el Cac 40 de Francia, todos en torno al mismo margen. El índice Hang Seng de Hong Kong bajó un 2,3%. El que sabemos de esta nueva variante que ha provocado una alarma global es que los antecedentes no han sido tan catastróficos. Según un estudio de la Universidad de Stanford sobre un brote de Delta a una prisión de California publicado el mes pasado, encontró qué Moderna era un 56,6% efectivo contra la infección, sustancialmente inferior al nivel de los estudios realizados antes de la aparición de la variante, dijeron los investigadores. Moderna y Pfizer están trabajando ahora en nuevas vacunas para dirigirse a la variante que la Organización Mundial de la Salud ha dicho que supone un riesgo mucho alto ".

Bancel adelanta que los datos de estudio estarán disponibles en dos semanas. Pero dijo que tardarían varios meses antes de que se pudiera producir una vacuna específica a escala y sugirió que podría haber un caso para dar refuerzos más potentes a las personas mayores o a las personas con el sistema inmunitario comprometido mientras tanto. Y se excusa con la falta de distribución de estas vacunas en los países subdesarrollados. "Desde los Estados Unidos nos dijeron que no teníamos más remedio que dar el 60% de nuestra producción al gobierno. No fue una decisión de Moderna, fue una decisión del gobierno de los Estados Unidos".

Fotografía de portada: imagen de recurso de Bancel por McKinsey