Una de las consecuencias del progresivo incremento de la esperanza de vida es también la mayor preocupación por nuevos problemas que hasta relativamente poco no se tenían tanto en cuenta. Uno de ellos son los que tienen que ver con enfermedades como la demencia.

Por eso es importante el hallazgo de un equipo de investigadores acerca de la progresión de la demencia en personas con la enfermedad de Parkinson. El descubrimiento de estos científicos ha revelado que los depósitos de hierro en el cerebro hablan sobre cómo se desarrolla la temida demencia. Estos hallazgos han sido publicados en el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry.

Anciano

La exploración de la progresión de la demencia en el Parkinson generalmente se centra en la pérdida de secciones del cerebro. Sin embargo, las imágenes cerebrales generalmente solo pueden detectar estos cambios al final de la progresión de la enfermedad. Como consecuencia de esto, los médicos suelen evaluar la progresión de la demencia mediante el seguimiento de los síntomas.

Afortunadamente ahora, la nueva investigación sugiere que las técnicas de escaneo podrían detectar la demencia mucho antes y con mayor precisión.

Existe una fuerte asociación entre la enfermedad de Parkinson y la demencia. Hasta el 50% de las personas con Parkinson también se ven afectadas por la demencia. El Parkinson se desarrolla cuando las células cerebrales de una persona mueren, aunque aún no está claro por qué sucede esto. En su extremo, el Parkinson puede dañar grandes volúmenes del cerebro de una persona. Es en esta etapa que los escaneos pueden detectarlo y es la pérdida de este volumen cerebral lo que a menudo causa los síntomas de la demencia.

Al parecer, las personas con Parkinson a menudo tienen una acumulación de proteínas en sus cerebros, algo que también se observa en las personas con enfermedad de Alzheimer. Los autores del estudio publicado en el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry señalan que la presencia de hierro en el cerebro de una persona, una parte natural del proceso de envejecimiento, se ha relacionado con una mayor presencia de proteínas.

Según estos investigadores, “a medida que se envejece, el hierro se acumula en el cerebro, pero también está relacionado con la acumulación de proteínas cerebrales dañinas, por lo que estamos comenzando a encontrar evidencia de que podría ser útil para controlar la progresión de la enfermedad y potencialmente incluso en el diagnóstico”.

Una nueva técnica de escaneo

En lugar de medir el Parkinson escaneando la pérdida de volumen cerebral, los investigadores utilizaron una nueva técnica llamada mapeo de susceptibilidad cuantitativa, que utiliza imágenes de resonancia magnética. El equipo seleccionó a 97 personas con la enfermedad de Parkinson que habían recibido un diagnóstico de la enfermedad en los últimos 10 años, así como un grupo de control de 37 personas de su edad que no tenían la enfermedad.

Los investigadores evaluaron a ambos grupos por sus habilidades de pensamiento y memoria, y también por sus funciones motoras que afectan el equilibrio y el movimiento. Luego, utilizaron la nueva técnica de escaneo para medir la presencia de hierro en el cerebro de cada persona. Compararon la cantidad de hierro con sus puntuaciones de pensamiento, memoria y función motora.

Cerebro

Descubrieron que las personas que tenían mayores cantidades de hierro en sus cerebros tuvieron un peor desempeño en su pensamiento, memoria y funciones motoras, dependiendo de la ubicación de la acumulación de hierro. Por ejemplo, las personas con más hierro en las regiones del hipocampo y el tálamo de su cerebro, que afectan el pensamiento y la memoria, obtuvieron peores resultados en estas áreas.

En opinión de los autores, los hallazgos son significativos ya que brindan a los investigadores una nueva forma de identificar el desarrollo de la demencia mucho antes y con más precisión que las técnicas actuales.