Las personas que consumen marihuana o la han consumido durante bastante tiempo en el pasado, tienen más probabilidades de que sus hijos también lo hagan, al igual que ocurre con el tabaco y el alcohol. Así ha quedado reflejado en un estudio llevado a cabo, entre otras instituciones, por la escuela de medicina de Harvard y que analiza datos de las Encuestas Nacionales sobre Uso de Drogas y Salud llevadas a cabo en Estados Unidos entre los años 2015 y 2018, y que incluyen información de 24.900 parejas de padres e hijos. 

Cannabis

Según la investigación, el uso por parte de los padres de marihuana se asoció consistentemente con un riesgo generalizado de consumo de esta sustancia, tabaco y alcohol en el último año, así como el uso indebido de opioides entre los hijos adolescentes y adultos jóvenes que viven en el mismo hogar. Y lo más curioso fue que el consumo de la madre fue más influyente que el del padre para los jóvenes de 12 a 17 años, tal y como destacan los expertos.

La investigación se ha realizado para determinar el impacto de un hecho que se está produciendo en la sociedad occidental: el uso de marihuana por parte de los padres está aumentando y porque pocos estudios han examinado directamente si el uso de marihuana por parte de los padres eleva el riesgo de abuso de opioides entre adolescentes y adultos jóvenes que viven en la misma casa.

La investigación es una herramienta muy útil para las familias y los médicos a la hora de detectar el consumo de esta droga entre los hijos. La teoría de la investigación es que el entorno en el que se desarrollan juega un papel determinante, por encima de otros vínculos como el genético

La clave de este estudio reside en que se centra en enfocar los esfuerzos para frenar el uso de sustancias entre los jóvenes demostrando que el hogar es un ambiente esencial para ejercer la prevención, porque la influencia de los padres es la más relevante en la actitud futura de los hijos. Hasta ahora, las investigaciones se habían encaminado más hacia los amigos y el ocio.

FumandoTeniendo en cuenta que las personas que comienzan a consumir marihuana, tabaco, alcohol u otras drogas en la adolescencia tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar adicción que aquellas que lo hacen cuando son adultos –aproximadamente el doble–, se hace aún más evidente la necesidad de implementar medidas por parte de los poderes públicos para centrar los esfuerzos en esta dirección, de la que apenas se habla en las campañas que se hacen para prevenir el consumo. Los autores señalan también que eso no excluye otras razones para la mayor incidencia del consumo, como los factores socioculturales o los genéticos.