Cuando llega el calor, más de uno comienza a conciliar mal el sueño y no hay remedio que valga. Porque tampoco se puede utilizar todas las noches el aire acondicionado y lo de hidratarse bien, cambiarse de habitación o ponerse un ventilador no siempre funciona, así que algunos tienen que acostumbrarse a afrontar el día con el mejor ánimo posible. Estos son algunos consejos para afrontar mejor la jornada.

Beber mucha agua

Para combatir el calor y el cansancio es fundamental hidratarse correctamente. Lo mejor es el agua, sobre todo para evitar la deshidratación que suele producirse tras dormir mal. No nos va a quitar el sueño, pero será mejor para tu salud.

Hacer un buen desayuno 

A veces, tras dormir mal, la gente suele tomar productos azucarados porque aumentan la energía de forma inmediata, pero lo cierto es que no es una buena opción. Es mejor tomar un desayuno nutritivos y saludables con cereales integrales, algún producto lácteo y frutas.

Desayuno

Practicar ejercicio

Aunque se esté cansado, da igual. Hay que buscar las horas del día en las que haya menos sol y practicar algo de ejercicio porque, además de mejorar el estado de ánimo cuando no se duerme bien, nos ayuda a cansarnos mas y puede después ayudarnos a conciliar mejor el sueño por la noche. Basta con pasear alrededor de 45 minutos cada día.

Escuchar música relajante

No son pocos los que lo llevan a cabo y es lógico dados sus beneficios. Acostarse en la cama, apagar las luces y entrar en esa otra dimensión musical relajante y acogedora donde esperan la armonía y el equilibrio. Escuchar música relajante con auriculares por las noche favorece el descanso, ayuda a dejar de lado las preocupaciones y a reducir el ruido de los pensamientos repetitivos que suelen llevar a la ansiedad.

Echarse la siesta

La mejor siesta es aquella que no dure más de media hora, porque si uno se tira horas puede ser contraproducente. Poco después de comer, puede convertirse en un sueño reparador que nos ayude a enfrentarnos con más ganas a la tarde.

Siesta

Dormir a una hora razonable

Con la llegada del verano tendemos a cambiar nuestros horarios, lo cual es normal. Y aunque es normal no irse a la cama a las diez de la noche, tampoco es aconsejable irse de madrugada. De esta forma, tampoco alteraremos demasiado los ciclos circadianos y conciliaremos mejor el sueño. De la misma forma, también es aconsejable madrugar. Levantarse demasiado tarde no es adecuado.