Tener una actitud optimista en la vida puede ser útil para muchos aspectos de nuestro día, entre ellos, y aunque parezca extraña la correlación, dormir bien por las noches. Así lo demuestra un nuevo estudio publicado en la revista Behavioral Medicine, en el que se han planteado una cuestión muy interesante.

Teóricamente, parece claro que dormir lo suficiente mejora el estado de ánimo y seguramente nos ayuda a tener una perspectiva más positiva de la vida. Pero esta idea plantea el dilema del huevo o la gallina: ¿el optimismo produce un sueño reparador o es el optimismo el resultado de dormir lo suficiente? Y lo mismo al contrario. Se sabe que la falta de sueño está asociada con estados de ánimo más negativos y menor capacidad de recuperación y de hacer frente a los pensamientos negativos; pero ¿podría ser al revés? ¿Cómo es exactamente esta conexión entre la falta de sueño y el pesimismo?

Mujer en la camaLa ciencia estudia la relación entre el optimismo y la calidad de sueño

El optimismo se ha asociado con una mejor salud en el sentido en que promueve una mejora de la capacidad del organismo de restaurarse. Los responsables del estudio trabajaron con la hipótesis de que un mayor optimismo se asocia con un sueño más favorable en calidad y duración, y por lo tanto en una mayor efectividad de las funciones reparadoras de la salud de nuestro organismo.

Los expertos analizaron el nivel de optimismo de más de 3.500 participantes adultos mediante cuestionarios en los que calificaban, de uno a cinco, cuánto estaban de acuerdo o en desacuerdo con declaraciones positivas específicas (como “siempre soy optimista sobre mi futuro”) y declaraciones negativas (como “no espero que las cosas salgan como quiero”). Los sujetos también proporcionaron informes sobre la duración del sueño, los síntomas de insomnio, la calidad del sueño y la latencia (cuánto tiempo se tarda en conciliar el sueño). E incluso a un grupo más pequeño de pacientes se les realizó una monitorización del sueño.

La investigación encontró asociaciones significativas entre el optimismo y varias características del sueño. Por cada aumento de la desviación estándar en la puntuación de optimismo de un sujeto, tenían un 78 por ciento más de probabilidades de tener una calidad de sueño “muy buena”. Aquellos con puntuaciones de optimismo más altos también eran menos propensos a reportar insomnio y fatiga diurna, y más propensos a dormir entre seis y nueve horas (la cantidad de sueño recomendada para la mayoría de los adultos).

Pies en la camaSegún la investigación, los optimistas muestran un mejor sueño en una gran mayoría

Como suele ocurrir con este tipo de investigaciones, hay que seguir recopilando datos al respecto para hacer aseveraciones más certeras acerca de cómo se produce esa conexión entre una actitud optimista y un mejor sueño. Pero los datos avalan que, efectivamente, se produce. Creen los expertos que los optimistas “tienen más probabilidades de participar en un afrontamiento activo centrado en el problema e interpretar los eventos estresantes de manera más positiva, reduciendo la preocupación y los pensamientos repetitivos cuando se quedan dormidos y durante todo su ciclo de sueño”. Por lo tanto, igual no solo hay que dormir bien para ser más optimista, sino adoptar una actitud más optimista para dormir bien.