Cuando hablamos de prevenir la Covid-19, lo primero que se nos viene a la cabeza es el uso de mascarillas, la distancia social, los espacios abiertos… Pero lo cierto es que la alimentación juega un papel esencial en este aspecto. Y no solo eso, la evidencia científica parece demostrar que la obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes a la hora de desarrollar una versión mucho más severa de esta enfermedad que, en algunas ocasiones, ha demostrado ser mortal.

Acaba de publicarse en castellano un nuevo libro llamado Cómo comer en los tiempos de la Covid-19 que ha sido escrito por la prestigiosa endocrinóloga Mariela Grandt, graduada en las universidades de Harvard y Columbia y especialista en diabetes. La experta pone el foco en el hecho de que la alimentación es el mayor riesgo del coronavirus y “nadie está hablando de ello”. Y asegura que la alimentación es la mejor manera de preparar los cuerpos para luchar contra el virus.

Libro CovidMariela Grandt afirma en su libro que la alimentación es el mayor riesgo del coronavirus y que nadie está hablando de ello

Según asegura la doctora, uno de los mayores riesgos es la enfermedad metabólica. Mediante la experiencia adquirida durante estos meses de pandemia, la doctora ha podido comprobar cómo quienes tienen más posibilidades de terminar en las unidades de cuidados intensivos son pacientes con hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes. Todos ellas patologías relacionadas con el síndrome metabólico. En concreto, se considera que esta enfermedad se produce cuando se da la presencia de tres o más de estas cinco condiciones: hipertensión, azúcar elevado en sangre, sobrepeso u obesidad, niveles altos de triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL o colesterol bueno. 

Además de estas, otras patologías como la resistencia a la insulina tienen un efecto considerable en la disminución de la función del sistema inmune de un organismo. De esta forma, las personas que las padecen, son más vulnerables a la Covid-19.

Las enfermedades de carácter metabólico suelen aparecer cuando la persona lleva una alimentación desequilibrada y una vida sedentaria. El abuso de alimentos ricos en azúcares y otros hidratos de carbono de absorción rápida y grasas saturadas provocan una serie de desequilibrios hormonales que favorecen la inflamación y afectan al sistema inmunitario.

La receta es simple. Hay que abandonar prácticamente la ingesta de este tipo de alimentos y optar por incluir en la dieta verduras, frutas, carnes de ave, pescado, huevos, productos lácteos enteros y grasas saludables. Y, en menor medida, la carne roja. A la hora de comprar hay que tener cuidado. Se tiende a veces a adquirir productos bajos en grasas, pero generalmente son altos en azúcar. Las grasas tienen que proceder de alimentos como el aceite de oliva, los aguacates o los frutos secos.

VegetalesLas verduras son uno de los pilares que conforman la dieta ideal para hacer frente a la COVID-19

En cuanto a los alimentos que aumentan nuestras defensas, lo más adecuado es incrementar la ingesta de probióticos como el yogur natural (mejor el griego) y los productos fermentados. Verduras como el brócoli, las espinacas, el pimiento rojo o las zanahorias también activan el sistema inmunológico.