Mucho ruido, retrocesos y silencios. La explosión que causó el jueves pasado el acuerdo por el catalán entre ERC, Junts, PSC y comuns que reconoce por primera vez el castellano como lengua de uso en las escuelas, no deja de resonar en la política catalana. Primero fue Junts quien pocas horas después del acuerdo reculóy dijo que habría que revisarlo, mientras que los tres otros partidos presionan a los de Carles Puigdemont para que no abandonen el pacto. Ahora bien, para ERC, no hay duda. En rueda de prensa este martes Marta Vilalta ha dicho que no contemplan de ninguna manera un escenario de no acuerdo, y ha subrayado que está convencida de que ningún partido se descolgará del acuerdo: "No contemplemos un escenario donde alguien salte del acuerdo".

Los republicanos creen que el acuerdo no se ha explicado bien y que se ha tergiversado mucho, y es por eso que aseguran que dedicarán estos días antes de que no se apruebe la modificación -prevista para día 28 de abril- para explicarse "más y mejor", para intentar convencer sociedad civil y entidades, y evitar que el catalán sea un arma entre la sociedad, porque cree que hace "un flaco favor a la lengua y a la cohesión social del país".

Vilalta ha reiterado una vez más la finalidad de la modificación de la Ley de Política Lingüística, que fija el catalán como vehicular, pero también establece que el castellano es lengua de uso en las aulas. Una maniobra, según los artífices del acuerdo, para huir de los porcentajes de los tribunales españoles, ahora que existe el embate que impone el 25% del castellano en las aulas catalanas.

Contactos

La portavoz de los de Oriol Junqueras ha dicho que hay un mes de margen para debatirla, ha explicado que harán ronda de contactos con entidades del país, y que también esperan incluso incluir algún nuevo partido a este acuerdo, en clara referencia a la CUP. Pero los anticapitalistas están muy lejos de comprar esta propuesta, y es que hoy mismo el diputado Xavier Pellicer ha dicho que "el único consenso" es que sea retirada.

Sea como sea, Vilalta ha insistido en que aquí "nadie quiere atentar contra el catalán", y que quieren deshacer los malentendidos y tergiversaciones que se han hecho. No se ha mostrado muy partidaria de hacer muchos cambios porque considera que el punto de partida ya es bueno, pero si que ha insistido en que se pueden hacer mejoras vía enmiendas. Preguntada por las críticas del expresidente de la Generalitat Quim Torra, ha eludido hacer valoraciones, pero ha alertado que nadie "tendría que caer en la tentación de utilizar de forma partidista la lengua para hacer desgaste político".