El Valle de los Caídos, el monumento a mayor gloria de Francisco Franco y su dictadura, se deshace. Literalmente, pues sus paredes exteriores de piedra caliza mezclada con yeso no aguantan el paso del tiempo mientras el agua de lluvia hace mella en las cada vez más numerosas grietas del interior, excavado directamente en la roca.

Así lo desvela un informe de Patrimonio Nacional divulgado hoy por El Diario.es, que señala que desde una intervención puntual en el año 2.000 a causa de unas goteras no se ha hecho ninguna obra de envergadura, razón por la cual los monjes que custodian el lugar habrían trasladado algunos de los restos humanos -en la basílica yacen 33.833 cadáveres, 12.000 de ellos sin identificar- para esquivar las humedades. Sin consultar a los familiares, como viene siendo habitual. De hecho, las últimas intervenciones de mantenimiento se han dedicado a la restauración de la portada de la basílica y al mantenimiento del funicular que sube a la cruz.

Según el informe mencionado, fechado en 2011 y que sería el último conocido, el estado de los restos humanos queda muy lejos del concepto de sepultura digna y pone en entredicho la labor de los monjes de la abadía, custodios de las fosas desde que en 1958 se lo ordenara el general Franco.

El osario -de hecho, la mayor fosa común de España- sería, a la luz del informe, un caos de huesos, con “cuerpos entremezclados” por doquier, que también constata que los planos de construcción de la basílica "no se corresponden con la realidad construida". Además, constata que la madera de los columbarios està “podrida” a causa de los hongos.

“Un insulto a las víctimas”

La revelación de estos datos llega unos días después de la visita de una delegación de ocho eurodiputados al mausoleo franquista donde coincidieron a considerar que el monumento es "un insulto a las víctimas del franquismo". De hecho, los europarlamentarios también se comprometieron a presionar al Estado español a acabar con la impunidad hacia el franquismo y los desaparecidos, más de 200.000 personas.

En esta línea, el eurodiputado alemán Martin Schirdwan (Die Linke), recordó que en su país sí que hubo justicia y es delito hacer algún tipo de homenaje o exaltación al régimen nazi, cosa que no pasa con el pasado franquista, mientras que el griego Stelios Kouloglou (Syriza) afirmó que en España no ha habido una verdadera transición democrática y que los españoles necesitan hablar sobre la historia reciente del país.