Mientras el independentismo se ha unido, momentáneamente, esta mañana en la ofrenda en el monumento de Rafael Casanova y después en un acto de Òmnium que ha reunido tanto al Govern como a los partidos independentistas y los comuns, la derecha unionista española ha cargado contra la Diada mientras han aprovechado para hurgar en las diferencias entre los socios del Govern, intentando debilitar todo el movimiento. El más duro ha sido Joan Garriga, portavoz de Vox y diputado en el Parlament, que ha asegurado que el 11 de Septiembre no es la Diada de todos los catalanes, sino que solo pertenece a los "separatistas" que dividen a la sociedad de Catalunya.

Vox hurga en la división entre ERC y Junts

Yendo más allá, sin embargo, ha aprovechado la división entre ERC y Junts, que esta Diada se ha hecho notar más que nunca en gran parte por la ausencia del presidente Aragonès en la manifestación de la Diada 2022. En este sentido, el político ultra ha ironizado que, "como el separatismo es división, está probando su propia medicina este 11 de Septiembre: ellos también están enfrentados. Los traidores cada vez son más y los colaboracionistas, también", se ha mofado Garriga, recordando que se tratará de la Diada más desunida de los últimos años. "Mientras tanto, PSOE y PP bajan del huerto. Los socialistas con sus mesas de traición y los populares con la fórmula experimental del catalanismo constitucional", ha criticado el portavoz de Vox, que ha asistido a la ofrenda floral de Somatemps, un colectivo de extrema derecha.

 

 

La Diada de la indiferencia, según el PP

Por su parte, Alejandro Fernández no ha querido reducir el 11-S al independentismo, pero ha lamentado que "la ciudadanía no se merece una Diada constantemente de confrontación o de insultos". "Antes solamente nos insultaban a aquellos que no somos separatistas y ahora se insultan, incluso, entre ellos," ha añadido, algo que demuestra, según el presidente de los populares, que el procés es divisivo y que "destruye todo lo que toca". "Con diez años hemos pasado de Diades de hostilidad, después de cansancio y ahora de indiferencia. Muchos catalanes están hartos", ha dicho. Fernández ha hecho estas declaraciones desde el barrio de la Barceloneta de la capital catalana que, según ha dicho, refleja mejor la "Catalunya real".

El PP no ha asistido a la ofrenda en el monumento de Rafael Casanova, como sí que ha hecho, por ejemplo, el PSC, pero el concejal del Ajuntament de Barcelona, Josep Bou, ha participado en el acto con sus compañeros del consistorio y lo ha hecho en representación del PP, a pesar de ser el único político de este partido que ha aparecido. Mientras tanto, el presidente del PPC ha defendido una Catalunya donde se defiendan "los derechos y libertades de todos los catalanes, piensen lo que piensen". Y ha pedido que haya poderes públicos que apuesten "por la concordia y no por la división, la confrontación y el insulto".

Ciutadans insisten en la Diadapor Sant Jordi

Por su parte, Ciutadans también han aprovechado la Diada para reprochar al president Pere Aragonès que siga insistiendo en un referéndum de autodeterminación por Catalunya, algo que aseguró en su mensaje institucional por la Diada, "después de 10 años de marear la perdiz". Además, se ha referido a Pedro Sánchez, a quien le ha pedido que tome nota después de un discurso del president, que les ha recordado al de Artur Mas en el 2012, según ha expuesto su líder a Catalunya, Carlos Carrizosa. Como siempre, y negándose a celebrar la Diada de Catalunya el 11 de Septiembre, Cs ha instalado una carpa en la capital catalana para insistir en una propuesta que Diada tras Diada ponen sobre la mesa: que esta se pase a celebrar el 23 de abril, día de Sant Jordi.