Después de la reunión de este miércoles con media docena de alcaldes de diversos puntos de Catalunya, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha explicado este jueves el malestar que les expresan a la dirección del partido, que ha vinculado a una saturación de los servicios públicos, a la dificultad en gestionar un crecimiento sostenido de población por la inmigración y a la "impunidad" de la multirreincidencia delincuencial. Turull ha aseverado este jueves en una entrevista en Catalunya Ràdio que hay municipios que crecen en 1.000 habitantes por año y que "no se los puede dejar solos", porque esto "les tensiona todos los servicios". Es por este motivo que el dirigente juntaire ve "a tanta gente fastidiada", un factor que, ha apuntado, alimenta el crecimiento de partidos ultra como Aliança Catalana. Ante esto, Turull ha reivindicado una política de "soluciones" y no "para quedar bien". Y, en este sentido, ha señalado propuestas juntaires como el traspaso de las competencias de inmigración en Catalunya que Podemos quiere tumbar en el Congreso al considerarla una ley racista.
Turull, que ha aseverado que los alcaldes "quieren soluciones y no griterío", ha defendido que la Generalitat necesita competencias integrales para hacer políticas de "cohesión y convivencia", para buscar una "solución catalana" al reto de integrar y asumir la inmigración. Con estos instrumentos, ha defendido al dirigente juntaire, el Parlament de Catalunya tendría que decidir cuáles políticas migratorias aplicar. Asimismo, avisa de que "el desbordamiento de una masificación siempre pone en tensión muchas cosas", y ha citado los servicios públicos, en un país "preparado para seis millones" de personas en el que hay ocho. Por eso, Turull se ha mostrado favorable a que Catalunya pueda decidir "cuántos cabemos" y ha comparado la sociedad catalana con un alioli: "Si pones demasiado aceite de golpe, se corta". De todos modos, ha avisado que la inmigración no solo es "un problema", sino también "una oportunidad", y ha afirmado que quien dice que Catalunya no necesita "vive en otra galaxia".
Decidir "cuántos cabemos" en Catalunya
El número dos de los de Carles Puigdemont ha puesto ejemplos que explican el malestar de sus alcaldes. Por un lado, lo que ha tildado de "impunidad" los multirreincidentes, que genera "impotencia" porque si roban móviles que cuestan menos de 400 euros "vuelven rápidamente a la calle". Después de relatar que él ha comido, cenado y dormido con multirreincidentes —en referencia a cuándo fue encarcelado por los hechos del Procés—, ha explicado que pasa "por supervivencia o por maldad" y, para hacerle frente, ha propuesto una reforma del Código Penal. Por otra parte, Turull ha explicado el malestar del territorio con el acceso a ayudas: "A la hora de pagar y financiar el estado del bienestar soy el primero y cuando mi hijo pide una beca comedor me dicen que no me toca", ha dicho. El juntaire ha puesto el ejemplo de una familia en la que los dos trabajan en un matadero: ella cobra 1.600 euros al mes y él, 1.800. Habríamos pedido una beca comedor para el niño, denegada, y les habrían dicho que "si ninguno de los dos trabajara, tendría 15 puntos para recibirla". "Eso es lo que nos plantean los alcaldes. Estamos invitando a la gente a que no trabaje. Pasamos del país de la cultura del esfuerzo al de poner la mano", ha argumentado Turull. Para admitir que "le caerá" una buena para decir eso, pero que "el postureo de los pijos progres" le importa "tres pepinos".
¿Romperán el cordón sanitario a Aliança Catalana?
Turull ha vinculado este "enfado" al auge del partido ultra que lidera la alcaldesa de Ripoll y diputada Silvia Orriols, Aliança Catalana. "Hay mucha gente enfadada en este país, que no ve el futuro con esperanza. Muchos jóvenes que viven en la resignación de vivir peor que hemos vivido nosotros. No hay fracaso político mayor que ver cómo tus hijos se resignan a vivir peor que lo que has vivido tú, porque la obligación de toda generación es dejar un país mejor para sus hijos", ha reflexionado el dirigente juntaire. También ha avisado que la generación "que nos dejó un país de los seis millones que tenía buena pinta" ahora necesitan una prestación de la ley de dependencia y les dicen que "paciencia y suerte si te llega antes de morirte". Y ha hablado de una "clase media y trabajadora empobrecida". Sin embargo, Turull ha recetado una política de "soluciones" y no "para quedar bien". Sobre la relación con Aliança, Turull ha evitado contestar si romperían el cordón sanitario y pactarían con ellos alguna propuesta para abordar estas cuestiones que relata. Así, ha afirmado que se centrarán en sus propuestas, surgidas de la interlocución con el territorio y los alcaldes, que están a pie de calle, y "quienes la quiera votar, que la vote."