À Punt, la cadena de televisión pública del País Valencià, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, ha provocado sorpresa, estupor e indignación la decisión de la dirección de la cadena de emitir una corrida de toros mientras se celebraba en directo una manifestación multitudinaria en Valencia contra Carlos Mazón, presidente del gobierno valenciano, por su gestión de la DANA que dejó 229 víctimas hará ahora un año. À Punt decidió mantener su programación, concretamente un programa de corridas de toros históricas y no ofrecer la manifestación que reunió a unas 50.000 personas, como había hecho en otras ocasiones. Los trabajadores han compartido un mensaje a través de las redes sociales donde denuncian que se sienten “avergonzados” por la decisión de la dirección de la cadena.

La cadena anunció a través de su cuenta en la red X que emitiría una de las enlatadas “corridas míticas”. “Tarde de toros con la emisión de la corrida del día de San Juan de Alicante de 1997”, publicitaba la cadena. Así, mientras miles de personas gritaban “Mazón dimisión” en el centro de la capital del Turia, en la televisión se podían ver las ‘faenas’ de los maestros Luis Francisco Esplá, Enrique Ponce y Vicente Barrera, el torero que fue vicepresidente de la Generalitat Valenciana y consejero de Cultura tras el pacto entre el PP y Vox en 2023 y que desde este octubre es el presidente provincial de Vox en Valencia. À Punt justificó que se trataba de un programa de “corridas de toros que han hecho historia en los siglos XX y XXI” que han reprogramado para que los aficionados al toreo puedan “volver a disfrutar”. 

Posteriormente, las redes sociales y la web del medio sí recogieron la manifestación. Pero la avalancha de críticas en las redes sociales no se hizo esperar, e incluso algunos trabajadores del canal expresaron su repulsa y “vergüenza” por lo que consideran una politización para tapar las protestas contra Mazón, como afirmaba Cèlia Cerezo, una trabajadora de los informativos de la cadena, quien lamentaba que “pagamos impuestos por un medio que debe hacer servicio público, no para esconder acontecimientos de evidente cobertura especial”. 

Muchos usuarios le agradecieron su empatía y valentía a la hora de denunciar la censura, e incluso reclamaron que los trabajadores del canal hicieran una huelga para manifestar el desacuerdo por la manipulación de la información. La activista Beatriu Cardona, que hizo de portavoz de las entidades convocantes en las manifestaciones contra Mazón, denunció también “la vergüenza de la dirección de À Punt, que está degradando nuestra tele y que hoy ha preferido poner una corrida de toros de los años 90”.

Este mediodía, la protesta de la plantilla de trabajadores de À Punt ya ha sido generalizada y expresada a través de un mensaje titulado “la plantilla de À Punt no calla” y en el que reconocen la vergüenza que han sentido por la decisión de la Dirección de emitir “una corrida de toros en lugar de cubrir la manifestación por el aniversario de la DANA”. Los trabajadores creen que “han vuelto a someter la radiotelevisión pública valenciana a una avalancha de críticas y un gran descrédito inaceptables”. Consideran que “la dirección de À Punt es la principal culpable” como también lo son “los miembros del Consejo de Administración que lo están permitiendo”. La plantilla denuncia que, con el “silencio cómplice de la Dirección de Informativos, À Punt le dio la espalda al clamor del pueblo para pedir responsabilidades al presidente Mazón y a su gobierno en la mayor desgracia reciente en el País Valenciano”. 

Polémicas continuas

Esta decisión del canal valenciano ha sido comparada en las redes sociales y en los medios con la estrategia de Telemadrid bajo el gobierno de Isabel Díaz Ayuso, en la que se señala una supuesta manipulación y ocultación de protestas incómodas para el ejecutivo autonómico, recurriendo a programación alternativa para evitar dar cobertura mediática a movilizaciones opositoras. À Punt ha estado envuelta en polémica desde que inició su programación regular el 10 de junio de 2018, que reflejan tensiones políticas, cambios repentinos en la dirección y denuncias sobre manipulación y censura. La última, precisamente, se dio en el mes de junio y estuvo motivada precisamente por recuperar las corridas de toros en abierto, siguiendo la línea de otras televisiones autonómicas de los gobiernos del PP, como Telemadrid, que también recuperaron la emisión de festejos taurinos en abierto con Isabel Díaz Ayuso. El presidente de la corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA), Vicente Ordaz levantó el veto que existía sobre estos contenidos desde la etapa del anterior gobierno presidido por el socialista Ximo Puig, que ocupó el cargo desde 2015 a 2023, etapa durante la cual la tauromaquia estuvo eliminada de la programación y de la televisión pública. Ordaz también abrió otra polémica por su apuesta por aumentar la presencia del castellano en la programación de la televisión autonómica. 

Cambios en la estructura para tener el control

No son pocos los que creen que va camino de repetir los mismos errores que llevaron al cierre de Canal 9, su predecesora, el 29 de noviembre de 2013, cuando la televisión autonómica valenciana apagó sus emisiones tras una orden judicial y la decisión del gobierno presidido por Alberto Fabra. El PP y Vox cancelaron cuatro de los programas con más audiencia de À Punt, lo que fue interpretado como parte del “asalto” político de la derecha a la cadena pública tras su llegada al poder en 2023. Estas decisiones fueron acompañadas de reformas aceleradas de la ley de medios, cuyo objetivo era absorber y reorganizar el personal y la estructura ejecutiva de À Punt bajo el control del nuevo ejecutivo.

Cambios en el cese del jefe de informativos, Iván Esteve, reconocido por la cobertura de la DANA, generó críticas por aparentes motivos políticos, repitiendo patrones de control informativo y de “miedo” similares al cierre de Canal 9 en el pasado. La dimisión de Alfred Costa como director general, seguida de ofertas públicas del cargo a periodistas afines durante crisis políticas, evidenció inestabilidad y presiones desde la Generalitat Valenciana. Costa fue sucedido por Francisco Aura Peidro, quien fue propuesta y nombrado por el consejo de administración a principios de 2025. El día de la DANA, Mazón le había ofrecido la dirección de la cadena pública a la periodista Maribel Vilaplana, que rechazó la oferta.

Desideologizar la programación de la cadena

La cruzada catalanófoba de Mazón ha ido creciendo en los últimos meses, en un intento de contrarrestar las críticas por la gestión de la DANA con una reafirmación de la identidad valenciana, también ha llevado a “desideologizar” la programación de la cadena. Además, la disolución del Consejo de Informativos de À Punt el pasado mes de abril, por decisión de los servicios jurídicos de la Generalitat Valenciana, argumentando la derogación de la ley anterior y la reestructuración impulsada por el gobierno de Carlos Mazón (PP y Vox), eliminó el mecanismo de control interno encargado de velar por la independencia, la imparcialidad y la calidad informativa en la televisión pública valenciana, y las asociaciones de periodistas reclamaron que la situación sea solo temporal. Este es un mecanismo de imparcialidad que tienen TV3, Canal Sur, EiTB y RTVE.