Quim Torra ha hecho uso de su último turno de palabra para defender el derecho de los catalanes a proseguir con su proceso de independencia. Sin olvidarse de ninguno de los detenidos ni de sus antecesores, como Artur Mas y Carles Puigdemont, ha hablado de su más que inminente condena acatándola como president de todos los catalanes y catalanas, sean o no independentistas: "Bienvenida la condena si es para defender los derechos de todos los catalanes".

Durante un cuarto de hora Torra ha cargado contra la Fiscalía y el tribunal: "No se puede acatar una orden que es ilegal. No se puede acusar de una disyuntiva, de tener que desobedecer o tener que prevaricar". Y ha defendido el derecho a la autodeterminación. "Los catalanes somos un pueblo pacífico y democrático. Se nos dice que romperemos Europa. Es imposible", ha proseguido Torra remarcando estar orgulloso de la historia, "aunque sea un poco triste".

"Queremos compartir y culminar nuestro proceso de independencia porque es la única opción para que nuestros derechos sean respetados", ha remarcado también el president antes de las frases finales.

"Me podréis condenar, pero no cambiaréis la legitimidad de los que me escogieron. Me podréis condenar, pero no cambiaréis la voluntad del pueblo de Catalunya. Me podréis condenar, pero no cambiaréis el destino de este país", ha dicho épicamente Torra al final de su alegato.

Torra ha citado, también, al presidente norteamericano George Washington: "Si nos quitan la libertad de expresión, entonces, aturdidos, en silencio, nos conducirán hacia el matadero".

Torra ha acabado con un: "Visca Catalunya lliure". Y Jesús María Barrientos ha dicho el "visto para sentencia" y haciendo sonar la campanilla ha hecho desalojar la sala.