El nuevo varapalo de la justicia europea para España podría tener efectos positivos por el emérito, que vería su deseado retorno más cerca. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declaró ayer ilegal la legislación española que obliga a declarar a los residentes los bienes y derechos en el extranjero a través del llamado modelo 720, por considerar que las sanciones y multas que impone son "desproporcionadas" y menoscaban la libre circulación de capitales en la Unión Europea. Esta resolución sobre la conocida como ley Montoro llega mientras Juan Carlos espera que la Fiscalía archive sus investigaciones contra él. Ahora mismo, están a la espera de recibir el último informe de la Agencia Tributaria. Juan Carlos en un principio quería volver a España por Navidad, pero sabiendo que su retorno perjudicaría Felipe VI y su discurso decidió esperar a su cumpleaños, el 5 de enero. Entonces tampoco pudo volver, ya que era contacto estrecho de Rafa Nadal, que dio positivo en covid después de comer con el emérito.

Esta declaración de bienes en el extranjero fue un complemento a la amnistía fiscal de que aprobó el Gobierno del Partido Popular el año 2012, cuando entonces era ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, norma que fue recurrida ante los tribunales europeos en el 2019 por la Comisión Europea después de la negativa de España a modificar la normativa. El tribunal ahora afirma que es "contraria a derecho". El TJUE da así la razón a la Comisión Europea y afirma que la legislación española impone sanciones "desproporcionadas" a los que no hacen la declaración de bienes en el extranjero. Por lo tanto, según la decisión del TJUE, se tendrá que devolver el dinero a aquellos que pagaron por no haber declarado los bienes a Hacienda.

Cae la responsabilidad

En los últimos dos años, la mayoría de las noticias relacionadas con Juan Carlos I han sido protagonizadas por su huida en Abu Dabi y su corrupción, concretamente los 75 millones que recibió desde los fondos de dos fundaciones que se depositaron una cuenta bancaria a Suiza. Ahora, como la ley Montoro no contemplaba la prescripción administrativa (consideraba que la obligación de declarar bienes en el extranjero no acababa nunca), cae la responsabilidad del emérito de declarar los fondos de esta cuenta suiza o los depositados en otro en la isla de Jersey.

Así, la sentencia del TJUE establece que no se pueda perseguir administrativamente, como se podía hacer hasta ahora, que el Emérito no hubiera aflorado su fortuna en el extranjero, aunque en el ámbito penal estuviera protegido por la inviolabilidad o la prescripción.

¿Reclamará?

Todo no implica que la defensa de Juan Carlos pueda exigir que se le devuelvan los 5,1 millones de euros que el exmonarca ha pagado hacienda en dos regularizaciones fiscales a la desmontada que hizo en diciembre de 2020 y en febrero de 2021. Fueron un intento del representante legal del emérito para evitar que se le investigara por delito fiscal y de blanqueo para disfrutar de fondo de terceros después de su abdicación. Todavía no se ha aclarado si entonces, a partir de junio del 2014, todavía estaba protegido por la inviolabilidad. Si Juan Carlos pide la devolución de este dinero, estaría reconociendo que los fondos eran sedes y que quién les hizo llegar "en formato de regalo", no eran nada más que testaferros. Uno de los casos más sonados es el de Álvaro D'Orleans, primo de Juan Carlos y uno de sus principales defensores que le ha pagado viajes por valor de hasta 8 millones de euros.

Mientras tanto, el posible retorno de Juan Carlos sigue siendo una incógnita. Desde principios de agosto del 2020 que huyó hacia Abu Dabi, se ha convertido en una situación incómoda para el actual monarca, que prácticamente no conserva ningún tipo de relación con su padre. Además, aunque se han ido anunciando diferentes fechas por su vuelta, estas finalmente no se han ido produciendo. También hay quien asegura que sería un retorno puntual y no volvería a establecer su residencia en España. Con todo, otro escándalo dentro de la familia real española ha eclipsado la corrupción de Juan Carlos: su hija Cristina ha decidido separarse de su marido, Iñaki Urdangarin, después de que se hicieran públicas fotos del exjugador de balonmano con otra mujer en Bidart.