Santi Rodríguez (Vilanova i la Geltrú, 1964) es secretario general del Partido Popular catalán desde 2021 y diputado en el Congreso desde 2023. Considerado como un perfil pragmático dentro del Partido Popular, Rodríguez comenzó su carrera política también de la mano del exministro, exlíder del Partido Popular catalán y también vilanovense Josep Piqué, un perfil que históricamente también se ha considerado próximo al catalanismo. Santi Rodríguez es un clásico en el Parlament de Catalunya. A pesar de que en los últimos comicios obtuvo su escaño en la cámara catalana, el líder popular español, Alberto Núñez Feijóo, le pidió que se quedara como diputado en la cámara baja española, ya que es uno de sus hombres de confianza en Catalunya. Artífice también de los buenos resultados de los populares en las últimas elecciones municipales, con la recuperación de alcaldías como Badalona o Castelldefels y buenos resultados en Barcelona, Lleida o Tarragona, Rodríguez analiza la situación de las legislaturas española y catalana, con un discurso claramente opuesto al de los socialistas. También habla de la posibilidad de una posible moción de censura contra Pedro Sánchez, las relaciones con Junts, las negociaciones para una nueva financiación, la vivienda o la situación de crisis política en el País Valencià.

Una de las noticias de la semana es la salida de prisión del exnúmero 3 del PSOE y exsecretario de Organización, Santos Cerdán. ¿Qué debe hacer el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con la legislatura española ante los casos de corrupción que afectan a su partido?
La salida de prisión de Santos Cerdán es consecuencia del último informe de la Guardia Civil con relación a los negocios y a la actividad paralela que mantenía el secretario de Organización del Partido Socialista. Este gobierno, que es fruto de una moción de censura por una corrupción del PP y que llegaron a La Moncloa diciendo que se tenía que regenerar todo, se está demostrando que cuando llegaron ya estaban robando, y que ya estaban haciendo las fechorías que hoy estamos conociendo. Esta legislatura ya ha comenzado con una corrupción que nosotros decimos que es corrupción política, porque el hecho de legislar para satisfacer determinados grupos políticos para que puedan dar apoyo a una determinada investidura es también otra forma de corrupción. En estos momentos nos encontramos que la mujer del presidente del Gobierno está acusada de delitos de corrupción, el hermano del presidente del Gobierno está acusado de delitos de corrupción, esta semana la Fiscalía Anticorrupción le ha pedido 24 años de prisión al exsecretario de organización y exministro Ábalos, y el segundo secretario de organización, Santos Cerdán, ha pasado casi cinco meses en prisión. De hecho, esta semana hemos conocido todos los negocios que iba haciendo con las empresas de las cuales participaba y con las adjudicaciones de obras del gobierno.

Dicen que un 2%...
El 2% que dicen. La corrupción envuelve a este gobierno como nunca. No había pasado nunca en un gobierno en activo. Creo que esta es una legislatura que nació muerta desde el punto de vista político, pero creo que después de todo este tiempo se ha demostrado más que nunca que es una legislatura que, cuanto antes acabe, mejor para todos los españoles.

Ustedes piden a Sánchez que convoque elecciones, a pesar de ello, asegura que terminará la legislatura hasta 2027. ¿Cree que la terminará?
Conociendo un poco el talante del presidente, es posible que intente agotar la legislatura. Le da igual que haya corrupción instalada en la Moncloa, que haya corrupción en su familia, que haya corrupción en instituciones del Estado. Recordemos que el fiscal general del Estado está todavía pendiente de sentencia por un juicio. Le da igual que la corrupción se hubiera instalado dentro del gobierno o que haya corrupción dentro del Partido Socialista Obrero Español, o que no tenga mayoría en el Congreso para aprobar las leyes que podrían ser necesarias para el desarrollo de la vida política española normal. O que incluso no tenga presupuestos esta legislatura. Yo soy miembro de la Comisión de Presupuestos en el Congreso y no nos hemos reunido nunca

No habéis tenido mucho trabajo…
No. Es una situación de anormalidad y lo que sería deseable es que acabara cuanto antes mejor. Ahora bien, es cierto que, conociendo a la persona y viendo su talante, es muy posible que quiera aguantar atrincherado en su escaño y en la Moncloa hasta el último día.

¿No confía en que presente presupuestos este año?
Y si lo hacen será un acto de propaganda. Ya ha habido las voces suficientes de los grupos parlamentarios en las que ya se les dice que no se fían de ninguna mayoría en el Congreso para poder aprobar presupuestos. Primero se tiene que someter a consideración en el Congreso el techo de gasto. Será el primer aviso de que evidentemente no es posible que este gobierno pueda sacar adelante unos presupuestos. Con la mayoría parlamentaria que tiene el gobierno hoy en día es muy difícil satisfacer al mismo tiempo a todos los socios. 

Ante este escenario, el Partido Popular, ¿qué debe hacer? ¿Debe presentar una moción de censura? ¿Debe poder negociar una moción de censura instrumental para convocar elecciones con Junts per Catalunya o incluso con el Partido Nacionalista Vasco?
No estamos para esa tarea. No tenemos suficientes votos para sacar adelante una moción de censura. Lo que decimos es que la situación del Gobierno es lo suficientemente grave como para que Pedro Sánchez dimita y convoque elecciones inmediatamente. Devolver la voz a los ciudadanos es la única forma de acabar con un gobierno de estas características.

¿Pero se han sentado a hablar con Junts per Catalunya sobre este tipo de operación?
No. Junts per Catalunya, al inicio de la legislatura, optó por dar apoyo al Partido Socialista y a Pedro Sánchez con unos determinados criterios. Son criterios que nosotros no compartimos ni podemos compartir, y por tanto no ha habido diálogo en relación a todas estas propuestas que en su momento hacía Junts per Catalunya. Lo que sí hemos hecho es que, dentro de la dinámica parlamentaria habitual, cuando ha habido leyes o cuando ha habido propuestas que podían tener el apoyo de unos y otros, hemos hablado. Pero más allá de eso, no lo hemos hecho.

Entrevista a Santi Rodríguez, secretari general del PPC / FOTO: CARLOS BAGLIETTO

El pasado julio, Junts per Catalunya puso como condición un encuentro entre ustedes y Carles Puigdemont en el exilio para empezar a hablar de una moción de censura. ¿Qué le parece?
Nuestras reglas del juego son los principios y los valores, que pasan por la defensa de la Constitución y por el cumplimiento de la ley. Cualquier otra cosa que se escape de estas circunstancias a nosotros no nos encontrarán. Podemos tener un margen de maniobra, de negociación, pero tenemos unos límites que son muy claros, que son conocidos, que son públicos y, más allá de estos límites, nosotros no iremos a jugar. Somos diferentes del Partido Socialista y de Pedro Sánchez. Para llegar al poder no vale negociar cualquier cosa y a cualquier precio que, además, te ponga en contra de tus propios principios y de la coherencia que a lo largo del tiempo has intentado mantener. 

¿Y si durante el primer trimestre del año que viene se aplica definitivamente la amnistía de Carles Puigdemont? ¿Se podrían sentar con él a hablar de esta cuestión?
Seguiremos pensando exactamente lo mismo: que la amnistía es un pago político por unos votos para alcanzar una investidura y eso no cambia absolutamente nada. 

Una de las cuestiones que también generó polémica relacionada con Junts per Catalunya es la oficialidad del catalán en la Unión Europea. A usted como Santi Rodríguez, ¿qué le parece?
Yo estoy aquí no como Santi Rodríguez, sino como secretario general y como diputado del Congreso. Pero entiendo la pregunta y te la respondo. Es evidente que, como catalanoparlante, yo no tengo absolutamente ningún inconveniente en que el catalán se pueda hablar en las instituciones europeas. Ahora bien, el problema del catalán no es que se hable en las instituciones europeas, sino su uso social en Catalunya, que es lo que le da fuerza y le da validez. En los últimos años está yendo hacia abajo y, por lo tanto, el hecho de que el catalán se pueda hablar, o no, en el Congreso o en las instituciones europeas, son símbolos. Pero la realidad es que el problema lo tenemos en Catalunya y lo tenemos en los catalanes que no utilizan el catalán. Seguramente todo esto es fruto de políticas lingüísticas que se han ido haciendo a lo largo de los años. Se insiste en intentar promocionar el catalán desde el punto de vista de la obligatoriedad y no contribuye a que mejore el uso social del catalán, que es lo que yo creo que los políticos debemos tener presente. Es decir, que los políticos podamos hablar catalán en unas instituciones o en otras instituciones no tiene importancia, lo que es importante es que el catalán se hable en Catalunya.

Pero si esta cuestión se llevase a votación al Parlament o a la Eurocámara, ¿ustedes qué votarían?
Son los estados miembros los que toman esta decisión. Y lo hacen en función también de sus peculiaridades entre los estados. Lenguas en Europa que se hablan en determinadas partes de cada uno de los estados miembros no es solo el catalán, ni el euskera o el gallego, sino que hay muchas otras. Esto es lo que influye a la hora de que los estados miembros acaben decidiendo que aquellas lenguas que son oficiales, pero que no lo son en el conjunto de un determinado estado, puedan acabar siendo lenguas oficiales en el conjunto de la Unión Europea. Esto complicaría mucho las relaciones entre los diferentes estados miembros. 

¿Pero ustedes no han maniobrado para evitar que salgan adelante?
No. Es que no nos corresponde a nosotros, sino a los estados. Entonces son los presidentes de los gobiernos los que toman esa decisión.

De hecho, este fue uno de los motivos por los que Junts per Catalunya ha roto las relaciones bilaterales con el Partido Socialista. ¿Usted se cree esta ruptura?
Esto es lo que han dicho ellos y lo que nos tenemos que creer. Después lo tendrán que demostrar en las votaciones en el Congreso. 

¿Cree que es una ventana de oportunidad para ustedes?
La ventana de oportunidad en esta legislatura está saliendo desde el primer día. Todos los escándalos que van saliendo y la forma de gobernar y de llevar propuestas al Congreso sin tenerlas negociadas y pactadas con los socios provoca que pierdan votaciones en el Congreso y que tengan que retirar iniciativas legislativas.

 

¿Cree que hay una estrategia del gobierno español y del Partido Socialista de hacer crecer a Vox para desgastarles a ustedes?
Creo que Vox y el Partido Socialista coinciden muchas veces en votaciones en el Congreso. Escuchamos en el Congreso las intervenciones de Vox, que en un gran número de ocasiones se centran más en criticar el papel del Partido Popular que en criticar el papel del Partido Socialista y de Pedro Sánchez. La estrategia de Pedro Sánchez de construir el muro, palabras suyas en el debate de investidura de polarizar la sociedad, todo esto sin ningún tipo de duda le va bien a los extremismos para crecer. En la medida en que los extremismos crecen, dificulta que los partidos que estamos más centrados tengamos una capacidad electoral suficiente para poder alcanzar un gobierno con una mayoría estable.

¿Se debe poder pactar con los extremismos sea con Aliança Catalana o Vox?
Nosotros no somos de cordones sanitarios. No tenemos ningún inconveniente en el hecho de que si hay propuestas que vienen de Vox o de Aliança Catalana que son propuestas sensatas, que las hay, podamos acabar dándoles apoyo. Igual que no tenemos ningún inconveniente en que ellos den apoyo a iniciativas que podemos presentar nosotros si les parecen correctas 

Hablamos del Parlament de Catalunya. ¿Los cambios que el grupo parlamentario de Junts ha anunciado esta semana cree que pueden facilitar una mejor relación en el Parlament de Catalunya entre Junts y el Partido Popular?
Cada grupo parlamentario es soberano a la hora de tomar sus decisiones sobre cómo se organiza. Nuestra actitud con relación a los grupos parlamentarios no cambia, sino que es la misma, con independencia de quién forme el grupo parlamentario. Nosotros estamos abiertos a dialogar sobre todas aquellas cuestiones en las que podamos coincidir. Nuestro talante será exactamente el mismo. 

Entrevista a Santi Rodríguez, secretari general del PPC / FOTO: CARLOS BAGLIETTO

 

Esquerra Republicana ha condicionado los presupuestos a una nueva financiación autonómica. Si no hay presupuestos, ¿cree que son necesarias elecciones?
El Partido Socialista, cuando negocia la investidura en Catalunya, condiciona demasiado el cumplimiento de los acuerdos de investidura a la continuidad de Pedro Sánchez, porque el nuevo modelo de financiación no saldrá del Parlament de Catalunya. Tiene que salir del gobierno de España. Y, por lo tanto, en la medida en que te comprometes a algo que no depende de ti, sino que depende de otra persona, estás vinculando muy estrechamente tu futuro al futuro de esa persona. Si en algún momento el gobierno de Pedro Sánchez cae, a continuación cae el gobierno de Salvador Illa, porque pierde cualquier oportunidad de cumplir aquellos acuerdos que han adoptado con sus socios preferentes. Veo muy posible que, en caso de que el Partido Socialista dejara el gobierno de España, el Partido Socialista de Catalunya quedara en minoría también en el Parlament y se viera abocado también a una convocatoria electoral.
Los últimos presupuestos aprobados en el Parlament de Catalunya son del 2023, exactamente igual que los del Gobierno del Estado. Serán tres años ya sin presupuestos. Salvador Illa será responsable de que haya dos años sin presupuestos. Lo que yo creo que es normal es lo que hemos visto en Extremadura. Su presidenta, cuando ha visto que no podía aprobar presupuestos, ha decidido convocar a los ciudadanos a las urnas. Esto no solo lo hace el PP, sino que en 2024 Pere Aragonès convoca elecciones porque su propuesta de presupuestos es rechazada en el Parlament de Catalunya. Aquellos gobiernos que no son capaces de aprobar unos presupuestos lo que hacen es convocar elecciones.

¿Con qué candidato se deberían presentar a usted si hay unas posibles elecciones el año que viene al Parlament de Catalunya?
Ya tenemos un candidato que es nuestro presidente, Alejandro Fernández. 

¿Tienen previsto algún congreso del Partido Popular catalán?
No. Sé que lo tenemos pendiente desde hace bastante tiempo, pero no lo tenemos previsto porque preferimos estar activados. Aparte de las circunstancias que ha pasado el partido, que han sido de una debilidad muy importante, es a partir de las elecciones del 2023-2024 que el partido se ha rehecho, que está en una fase de engorde y que nos tenemos que adaptar a las nuevas circunstancias. Pero también la incertidumbre política es constante y, por lo tanto, nosotros estamos preparados desde julio del 2023 para un adelanto de unas elecciones generales. Estamos trabajando en precampaña electoral de una forma permanente. Las que seguro que nos vendrán serán las próximas municipales que para nosotros también serán importantes para consolidar el crecimiento que ya tuvo lugar en el año 2023.

 

Tal como hemos comentado antes, gran parte, sobre todo, de la legislatura catalana va condicionada a un nuevo modelo de financiación autonómico. ¿Cuál es la propuesta del Partido Popular?
El modelo de financiación debía haberse cambiado ya en el año 2014. Lo que se ha demostrado es que este sistema de financiación no es equitativo para todas las comunidades y que hay comunidades que sufren más a la hora de prestar sus servicios públicos fundamentales: sanidad, educación o servicios sociales. Este modelo de financiación hace que unas comunidades tengan más recursos que otras. Incluso, los recursos que tienen otras comunidades son insuficientes para estos servicios públicos. Lo que nos dicen todos los estudios es que estas comunidades son Andalucía, Murcia, Valencia y Castilla-La Mancha. Catalunya, en cambio, está en un nivel intermedio. Se debe reformar este sistema de financiación, creemos que hay margen para mejorar la financiación de la Generalitat de Catalunya, pero lo que no queremos son privilegios. La negociación no debe ser entre el gobierno de Catalunya y el gobierno de España. Debe ser una negociación entre todas las comunidades del régimen común y el gobierno de España. Hay otra cara de la moneda, ya que el Gobierno de la Generalitat tiene un nivel de gasto extraordinariamente elevado. Tiene también el mayor número de impuestos propios que ninguna otra comunidad. Los catalanes deberíamos vernos beneficiados de que pueda haber un nuevo modelo de financiación en la medida en que el gasto de la Generalitat de Catalunya sea más eficiente y se rebaje la presión fiscal que sufrimos, no por culpa de Madrid, sino por culpa del Parlament de Catalunya y de las mayorías que ha habido en el Parlament de Catalunya. 

¿Que la Generalitat de Catalunya tenga los impuestos y el gasto elevado no cree que también va relacionado con el modelo de financiación que provoca el llamado déficit fiscal?
No. Cualquier estudio de los que analizan la evolución del sistema de financiación autonómico lo dicen de una forma muy clara. Estos días he estado leyendo un informe del Instituto Valenciano de Estudios Económicos y apuntan claramente cuáles son las comunidades infrafinanciadas y cuáles no lo son. En Catalunya estamos en el límite. No estamos infrafinanciados, pero tampoco estamos sobrefinanciados. El endeudamiento de las cuatro comunidades que le he citado sí que es atribuible al déficit de financiación autonómico. 

 

¿Creen en el principio de ordinalidad? ¿Debe aplicarse?
El principio de ordinalidad es deseable, pero no es imprescindible. No puede ser una condición, porque es que al final se le ponen tantas condiciones al sistema de financiación que si alguien tiene el resultado predeterminado es muy difícil que después se cumplan todas las demás variables. Es decir, cómo ajustamos la población en función de la dispersión, en función de la concentración, en función de la edad, del tamaño de los territorios del coste de vida… Hay muchas variables que deben intervenir en el sistema de financiación para que al final sea un sistema equitativo.

¿Ustedes creen que la llamada financiación singular es un privilegio?
En el acuerdo entre los socialistas y ERC no hay la definición de singular. 

Ustedes defendían la financiación singular hace unos años…
Si por financiación singular entendemos que la financiación de la Generalitat de Catalunya es singular en relación con la financiación del resto de comunidades, nosotros con eso no creemos. El sistema de financiación debe ser común, con las variables que queramos. Ahora bien, en Catalunya hay algunas singularidades y eso debe tenerse en cuenta en el sistema de financiación, y eso se tiene en cuenta ya en el sistema actual, que son aquellas competencias que desarrolla la Generalitat y no las tienen otras comunidades. Cuando lees que es la Generalitat la que recauda todos los impuestos y decide qué parte de estos impuestos aporta como solidaridad, esa singularidad no nos gusta nada. 

Entrevista a Santi Rodríguez, secretari general del PPC / FOTO: CARLOS BAGLIETTO

Uno de los principales problemas del país es la vivienda. Para solucionarlo, los Comuns y la CUP proponen prohibir la venta especulativa de viviendas. ¿Qué le parece?
Ya hace muchos años que los Comuns y la CUP condicionan las políticas de vivienda, incluso con gobiernos de Junts o de Esquerra Republicana y ahora con gobiernos del Partido Socialista. El resultado es que se ha reducido la oferta de vivienda, que el número de personas que aspiran a una vivienda es cada vez mayor, que el precio de la vivienda continúa subiendo, a pesar de las limitaciones que han querido imponer. Todo lo que venga de estos partidos en materia de vivienda no tiene absolutamente ninguna credibilidad. Miremos lo que ha pasado en Barcelona. El gobierno de Ada Colau impuso unas condiciones: el 30% de las viviendas de nueva construcción o reforma se deben dedicar a vivienda protegida. ¿Qué ha pasado? Que en Barcelona se ha dejado de construir vivienda. Esto perjudica a aquellos que necesitan tener acceso a la vivienda, porque hay menos. Todas estas políticas de vivienda que vienen de ideas populistas, intervencionistas, lo que está provocando es el problema. No tenemos más remedio que cambiar radicalmente de políticas de vivienda. Y este cambio radical no vendrá ni de la CUP ni de los Comuns.

Entonces, ¿cuál es la solución?
Levantar los límites que se han puesto porque eso es lo que está provocando que salgan muchas viviendas de la oferta de alquiler. Y si se reduce la oferta de alquiler, el precio tiende al alza. También hay que construir vivienda. La Generalitat de Catalunya lleva años pensando en otras cosas y no está pensando en vivienda. Es importante que la Generalitat de Catalunya impulse y aproveche las sinergias que puede haber con los ayuntamientos o el Gobierno del Estado para poner las herramientas necesarias para poder hacer más vivienda e incrementar la oferta. El problema de la vivienda en estos momentos es un problema de oferta. La oferta está estrangulada, por lo tanto, los precios tienden al alza. En la medida en que la oferta se pueda ampliar, la presión sobre los precios disminuirá. La limitación de los precios de alquiler, por ejemplo, además lo que provoca es que el mercado de vivienda no se pueda renovar, porque los rendimientos no son suficientes para que los propietarios tengan incentivos para renovar. Y cuando hablamos de propietarios, hablamos de la gran mayoría de propietarios, que no son ni fondos de inversión, ni son bancos, sino que son pequeños propietarios que pueden tener una, dos o tres viviendas de la familia y que sirven para complementar muchas veces pensiones. Hay que derogar la ley de vivienda del Estado, que es lo que está poniendo los principales problemas.

 

¿Y en los municipios donde no haya más suelo para construir vivienda? ¿Qué se debe hacer en estos casos?
El municipio que no tiene más espacio, no puede crecer más, pero seguro que en los entornos tiene que haber posibilidades. Habrá lugares en los que será difícil hacer vivienda nueva, pero se podrán hacer reformas. Seguro que hay edificios antiguos que requieren reformas y que podrían entrar en el mercado. A veces no es posible que todo el mundo pueda ir a vivir exactamente al mismo lugar. 

Por eso también habría que arreglar Cercanías…
Sí, por supuesto. Usted y yo lo sufrimos. Es evidente que el transporte público tiene que mejorar y mucho, y sobre todo el tren, y sobre todo Cercanías que afectan a una cantidad de personas muy importante y que condiciona la vida de las personas. Sabemos perfectamente que hay personas que pierden su puesto de trabajo porque no tienen un medio de transporte público que les permita llegar con fiabilidad a su lugar de trabajo. Por lo tanto, esto es algo que se debe abordar y se debe invertir. 

Cambiemos de tema, vamos al País Valenciano. ¿Cree que el Partido Popular valenciano está gestionando bien la sucesión de Carlos Mazón? ¿Ha gestionado bien la dimisión del presidente Mazón?
Eso lo veremos pronto en el momento en que pueda haber la investidura de un nuevo presidente de la Generalitat Valenciana.

¿Era prioritario en el País Valenciano evitar elecciones?
No sé si es prioritario o no es prioritario, pero a mí me parece que es una comunidad precisamente que tiene unos presupuestos aprobados y que, por lo tanto, hay una mayoría que permita la investidura de un nuevo presidente. No vemos que sea necesario ir a unas elecciones anticipadas. Es el deseo de aquellos que están en la oposición. Es una situación diferente de la del gobierno de España. El gobierno de España no tiene presupuestos ni una mayoría parlamentaria. Es curioso que el mismo Partido Socialista, que se niega a convocar elecciones en el conjunto de España sin mayoría parlamentaria y sin presupuestos las pida en Valencia donde hay una mayoría parlamentaria y donde hay presupuestos 

Aun así, ¿cree que el PP paga un precio alto por la presidencia de la Generalitat teniendo en cuenta las demandas de Vox? ¿Sobre todo relacionadas con el cambio climático...
El Partido Socialista paga un precio por pactar con Bildu, por pactar con Esquerra, por pactar con Junts, por pactar con Sumar, por pactar con el PNV... Y a veces el precio significa desdibujar completamente el proyecto político del Partido Socialista, que es lo que ha pasado. Si no hay mayorías y se tienen que llegar a acuerdos de gobernabilidad con otras fuerzas políticas es lógico que pueda haber algunas cesiones. Pero no en los elementos principales y en los principios fundamentales de nuestra fuerza política.

¿Qué le parecen los actos programados por el gobierno español por el 50 aniversario de la muerte de Franco?
No es aquello que deberíamos celebrar, no por no celebrar la muerte del dictador, sino porque lo que realmente cambia este país es todo el proceso que se inició después de la muerte del dictador, que es el proceso de la reforma política y el proceso de transición, que fue ejemplar, que significó la reconciliación de las dos Españas que se habían enfrentado en la Guerra Civil y que nos ha permitido una proyección de estabilidad durante casi 50 años. Casi 50 años que en España no habíamos tenido ni durante los siglos XIX ni durante el siglo XX. El auténtico valor de la muerte del dictador es lo que pasó después, la transición, la reconciliación entre españoles, que es precisamente aquello que algunos hoy se quieren cargar.