El debate de las enmiendas a la totalidad en el Congreso empezó este miércoles con un golpe de efecto. En boca de Arnaldo Otegi, EH Bildu anunciaba este miércoles que se decantaban por el  a los presupuestos del Estado porque se había avanzado suficientemente. Un anuncio que ha dejado a Ciudadanos en fuera de juego y ha apuntalado la vía de ERC y Bildu, después de que Inés Arrimadas fijara líneas rojas como la inmersión en Catalunya. No obstante, el Gobierno, al menos la parte del PSOE, sigue sin renunciar a Cs. La ministra María Jesús Montero ve posible que todos salgan a la fotografía, aunque Pablo Iglesias no lo vea así. En este contexto, las cuentas públicas han superado hoy su primer trámite. Falta menos de un mes para la votación final.

Este mediodía, el pleno del Congreso ha tumbado las siete enmiendas a la totalidad presentadas por siete formaciones: PP, Vox, JxCat, CUP, Coalición Canaria, BNG y Foro Asturias. Han sido tumbadas por 150 votos a favor, 198 en contra y ninguna abstención. Ahora vienen unas semanas de negociaciones con ERC, EH Bildu, el PNV e incluso el PDeCAT que se ha puesto, bien. Pero también con Ciudadanos, que busca protagonismo político. La votación final de las cuentas en la cámara baja está prevista entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre.

El principal debate no está siendo el qué, sino con quién. Es la gran discusión dentro del Gobierno. El vicepresidente segundo Pablo Iglesias expresó rápidamente la sintonía con EH Bildu, a quien agradeció que se decantara por el  a las cuentas. "El bloque de la investidura se refuerza y será de legislatura y de dirección de estado", se felicitaba el líder de Podemos. En cambio, María Jesús Montero ha insistido una vez más en que se trata de una "momento extraordinario" y que hay que sumar a todas las formaciones posibles, también a un Ciudadanos que intenta desmarcarse de la fotografía de Colón. Como era más previsible, algunos barones del PSOE, como el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, han repudiado públicamente el acuerdo con la izquierda abertzale. El líder del PP, Pablo Casado, también lo ha aprovechado para atacar al ejecutivo de coalición que va de la mano de los "radicales".

Otro choque de posiciones ha marcado el debate del Congreso: el del campo independentista. Mientras los cuatro diputados de JxCat y la CUP registraron enmiendas a la totalidad, ERC y los cuatro diputados del PDeCAT las han rechazado frontalmente. Ha sido una discusión especialmente tensa por los reproches entre Gabriel Rufián y Laura Borràs en plena precampaña electoral catalana, pero también las críticas de los cuperos a los republicanos.

Ciudadanos ha tumbado también las enmiendas a la totalidad, pero ha visto su poder negociador sustancialmente rebajado. Empezaba la semana planteado "líneas naranjas", como que el Gobierno rectificara la enmienda de ERC sobre la inmersión, pero ahora su peso es más irrelevante.

Rufián: ERC no es "menos independentista"

Negociar los presupuestos del Estado no les hace "menos independentistas", sino "más útiles". De esta manera Gabriel Rufián ha salido a defender que ERC se abra al diálogo con el Estado. No sólo eso: el portavoz republicano ha entrado en el cuerpo a cuerpo con Laura Borràs, rebatiendo, sin mencionarla directamente, que "lleva demasiado tiempo llevando chaquetas de 1.000 euros". Si bien ha valorado positivamente las cuentas presentadas por La Moncloa, también ha recordado los reiterados incumplimientos del Estado con Catalunya. Y ha concluido con una advertencia: ERC y Ciudadanos "no son compatibles". Sólo ha garantizado su  a negociar.

Borràs contra ERC

Después de anunciar su candidatura a las primarias, ayer fue el turno de Laura Borràs para defender su enmienda a la totalidad. La portavoz de JxCat avisó de que su formación no podrá apoyar los presupuestos generales del Estado mientras haya presos políticos y exiliados. "No normalizaremos nunca lo que no es normal, así que no votaremos unos presupuestos a cambio de partidas presupuestarias", aseguró. Insinuó que los posibles votos de ERC en las cuentas serían "a cambio de nada".

La CUP, también

La misma expresión -- "a cambio de nada" -- utilizó Mireia Vehí. La diputada de la CUP en el Congreso expresó "preocupación" por la posibilidad de que ERC "apruebe los presupuestos a cambio de nada". Criticó que las cuentas presentadas no incrementan la fiscalidad en las grandes empresas, sino que cargan la factura de la crisis una vez más en las clases trabajadoras