Pedro Sánchez no asistirá al funeral del papa Francisco de este sábado, aunque al menos hasta este martes por la tarde no ha trascendido ningún compromiso del presidente del Gobierno en su agenda que le impida hacer acto de presencia en la sepultura del Pontífice. Las fuentes de la sala de máquinas de la Moncloa consultadas por este periódico no argumentan el motivo de la ausencia del líder socialista en Roma. El jefe del ejecutivo ha decidido enviar a su vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de la Presidencia y responsable de relaciones con la Iglesia, Félix Bolaños. La delegación española estará liderada por los reyes, Felipe VI y Letizia. Y también asistirá Alberto Núñez Feijóo, porque la Moncloa lo ha invitado como jefe de la oposición y el PP ha confirmado que su líder viajará a Roma. La decisión de Sánchez de no asistir contrasta con su gesto de haber decretado tres días de luto oficial en un estado laico.

En cambio, sí que asistirán líderes mundiales como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el presidente francés, Emmanuel Macron, el primer ministro británico, Keir Starmer, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y también los presidentes del Consejo y el Parlamento Europeo, António Costa y Roberta Metsola.

Hace unos meses hubo un conflicto entre el Gobierno y la Casa Real por un acontecimiento de impacto mundial similar a este: la reapertura de la catedral de Notre-Dame de París. No hizo acto de presencia ninguna delegación española porque, según denunciaron fuentes del Ministerio de Exteriores, la Zarzuela no informó a la Moncloa que Felipe VI y Letizia habían sido invitados al acto por parte de Emmanuel Macron. Tampoco sabían, por lo tanto, que los monarcas no harían acto de presencia en este acontecimiento. Los socialistas también sintieron cierto malestar con Ernest Urtasun, ministro de Cultura que forma parte de la cuota de Sumar dentro del Gobierno. Porque también fue invitado al acto y no asistió.

Este martes, en una rueda de prensa para anunciar un plan para disparar el gasto en Defensa, Pedro Sánchez ha aprovechado para dedicar unas palabras al Papa, traspasado este lunes a la edad de 88 años a causa de un ictus. Al principio de su comparecencia, ha destacado que el Santo Padre fue "un amigo de España" y un "referente moral y espiritual", sobre todo por su "lucha contra la pobreza, la intolerancia y el cambio climático" y por su "mirada humanista de la inmigración".

Funeral del papa Francisco

El Pontífice argentino pidió expresamente tener un entierro más modesto que el de sus antecesores en el cargo de jefe de la Iglesia. El féretro será trasladado desde la capilla de Santa Marta a la basílica de San Pedro este miércoles a las 9.00 horas para recibir el homenaje de todos los fieles. La ceremonia, a la que está previsto que lleguen Jefes de Estado de todo el mundo, estará oficiada por el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re. Después de un momento de oración, presidido por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, empezará "la translación" del cuerpo.

La procesión pasará por la plaza Santa Marta y la plaza de los Protomártires Romanos y desde el Arco de las Campanas saldrá a la plaza de San Pedro y entrará en la Basílica Vaticana por la puerta central. Después, en el Altar de la Confesión, bajo el ciborio, el cardenal camarlengo presidirá la Liturgia de la Palabra, a cuyo final empezará la visita de los fieles, aunque todavía no se ha determinado los días que estará expuesto.

El cuerpo se ha depositado en un único ataúd de madera con el interior de cinc y se expondrá directamente en el féretro abierto, pero no en un cadalso como había sido hasta ahora y tampoco se colocará el báculo papal durante esta exposición. Finalmente, se elimina la tradición de enterrar a los papas en varios ataúdes: "uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble y otro de madera". Cuando finalicen los actos funerarios, el féretro será trasladado a la basílica de Santa María la Mayor, tal como ha dejado establecido el papa Francisco.