El president de la Generalitat del País Valencià, Ximo Puig, ha anunciado una nueva reforma fiscal en pleno debate de política general de les Corts Valencianes. En contrapunto de las propuestas que están surgiendo de las comunidades gobernadas por el Partido Popular, el gobierno valenciano apuesta por una rebaja del IRPF para aquellos que cobren menos de 60.000 euros, "la mayoría de la sociedad", ha remarcado.

Puig ha apuntado a que la reforma busca reducir el impacto de la inflación a las clases medias y trabajadoras. La reforma fiscal valenciana tendrá efectos "desde ahora mismo" y con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022, según informa Europa Press. De esta manera, las rentas de 10.000 euros se ahorrarán un 21% del impuesto, las de 20.000 un 7,3%, las de 30.000 un 2,2% y las superiores a 60.000 quedarán igual que ahora. Estas no han sido las únicas medidas que ha anunciado Puig. Su plan de reforma fiscal también incluye incrementar en un 10% las deducciones y bonificaciones fiscales por hijos, por el alquiler, por familia numerosa, por conciliación, por gastos de jardín de infancia y por hijos menores de 3 años. Se podrán beneficiar rentas de hasta 30.000 euros.

Desde el gobierno valenciano se calcula que 1,34 millones de ciudadanos se beneficiarán de la reforma fiscal que han presentado. "Nuestra perspectiva es clara: no al populismo fiscal", ha remarcado Puig, apuntando veladamente a la deriva que está siguiendo el Partido Popular. En este contexto, el president valenciano ha dejado claro que su gobierno mantendrá el impuesto de patrimonio porque "solo tributan el 0,5% de valencianos" por él.

Tensión desde Andalucía

Varias comunidades han empezado una guerra abierta a través de las reformas en su fiscalidad para hacer frente a la crisis actual. Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, fue quien dio el pistoletazo de salida a la tensión fiscal entre varios territorios del Estado al anunciar que suprimía el impuesto de patrimonio. Después de que Moreno diera el primer paso, otros territorios como Galicia han seguido sus pasos, aunque esta comunidad también ha anunciado una rebaja del IRPF, en este caso en las rentas por debajo de los 30.000 euros.

El PSOE no ha visto con buenos ojos esta iniciativa, la cual denunció desde el primer momento. Por eso, el pasado jueves, el Gobierno ha hecho saber que estudia imponer un nuevo impuesto a las grandes fortunas que tendría que entrar en vigor el próximo 1 de enero de 2023. Un movimiento que Moreno ha considerado un "ataque directo hacia los andaluces" y "una contrarreforma inventada desde los despachos de la Moncloa". Por su parte, el ejecutivo español se ha limitado a subrayar que en esta crisis tienen que aportar los que más tienen.