Las elecciones de Extremadura, más que un gran ganador, dejaron un claro perdedor. Este lunes, de resaca electoral tras los comicios en esta autonomía, quien estaba especialmente aturdido era el PSOE. La debacle es monumental; histórica, de hecho: en una comunidad donde han gobernado 36 de los últimos 42 años, se han deshecho con su peor resultado en este territorio cayendo de los 28 a los 18 escaños. Los socialistas son los grandes perdedores, pero Ferraz exculpa a Pedro Sánchez de cualquier responsabilidad. Señalan que los resultados de las primeras elecciones del nuevo ciclo electoral no son extrapolables a otras autonomías que celebrarán comicios en los próximos meses, ni tampoco a escala estatal; las próximas generales deben celebrarse, a muy estirar, en verano de 2027. Alberto Núñez Feijóo, que ha obtenido un resultado agridulce en Extremadura —el PP ha ganado creciendo solo un diputado mientras Vox se ha disparado doblando su número de escaños— asegura que el PSOE se adentra en un “declive irreversible” y advierte a los socios de Sánchez: “Caerán con él porque su mejor expectativa es la irrelevancia”. 

La victoria del PP ha sido agridulce, porque se ha movido muy poco de sus anteriores resultados. Ha quedado lejos de la mayoría absoluta (33) y solo ha ganado un escaño (de 28 a 29) en unas elecciones que convocó justo después de que Vox se negara a aprobarle los presupuestos; es decir, con la intención de ser menos dependiente de la extrema derecha. Los ultras han pasado de los 5 a los 11 diputados y, muy fortalecidos, ahora señalan que la pelota está en el tejado del PP. No quieren adelantar acontecimientos y este lunes se mostraron abiertos a cualquier posibilidad, como exigir su entrada dentro del gobierno autonómico o dar apoyo externo a cambio de exigencias. “El acuerdo puede tener muchas fórmulas”, aseveró este lunes en rueda de prensa Santiago Abascal.

Feijóo pide a Vox que invista a Guardiola y advierte a los socios de Sánchez que "caerán con él"

El PP celebró este lunes su victoria en Extremadura con una reunión de la cúpula y barones autonómicos en la madrileña sede de Génova 13. Feijóo, en su discurso, pidió a Vox que “no se equivoque de enemigo” y facilite una investidura de María Guardiola. También opinó que Sánchez ha perdido su “cuestión de confianza” en esta autonomía: “El PSOE ha entrado en un declive irreversible”, espetó antes de querer dirigirse por enésima vez a los socios del presidente del Gobierno en el Congreso, sin atreverse todavía a anunciar una moción de censura. “Caerán con él porque su mejor expectativa es la irrelevancia; continuarán atados a un gobierno de corrupción y mentira; ellos sabrán dónde quieren estar”, manifestó.

 

Gallardo asume la derrota dimitiendo pero se atrinchera en el escaño para estar aforado

Miguel Ángel Gallardo, el candidato del PSOE a las elecciones de este pasado domingo, ya ha dimitido como líder territorial del partido. En una comparecencia este lunes por la tarde confirmó que asume “en primera persona” el batacazo y que renuncia a sus cargos orgánicos. Ahora bien, sí que tomará posesión como diputado. Se enroca de esta manera en su escaño para estar aforado, ya que está imputado en el caso de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno. Este lunes aseguró ser víctima de una “denuncia falsa” y de los “pseudomedios”.

 

El PSOE rehúsa la autocrítica

Quien no quiso hacer ninguna autocrítica este lunes fue Ferraz, a pesar de las reiteradas preguntas de los periodistas a la portavoz del PSOE, Montse Mínguez, en una rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva federal del partido. Los socialistas echan balones fuera y acusan al PP de convocar unos comicios anticipados que solo han servido para engordar a Vox y hacer de los populares un partido todavía más dependiente de la extrema derecha. En privado, desde Ferraz admiten que “no han sabido movilizar” a un electorado que se ha quedado en casa tras los escándalos de presunta corrupción y acoso sexual. Confían en que todo este voto sea “recuperable” porque, más que marcharse hacia el PP, sencillamente se ha quedado en casa.

Quien sí ha exigido a Sánchez pasar por el confesionario es —sin sorpresas— el enfant terrible Emiliano García Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha señalado que dentro de su partido “sobra autoengaño y falta autocrítica”. Uno de sus antecesores en la condición de barón díscolo con la dirección madrileña del PSOE y también expresidente precisamente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, abogó este lunes porque los socialistas se abstengan en una investidura de la popular María Guardiola y el PP pueda así gobernar sin tener que pactar con Vox.

 

Sumar apela a la “unidad” de las izquierdas españolas tras el buen resultado de Unidas por Extremadura

Una de las claves de estas elecciones extremeñas ha sido también el buen resultado del espacio situado a la izquierda del PSOE, que ha demostrado no estar muerto, sino fragmentado y dañado tras una guerra fratricida protagonizada en los últimos años por Yolanda Díaz, Pablo Iglesias e Irene Montero. Unidas por Extremadura ha hecho confluir Izquierda Unida —integrada actualmente en el Congreso de los Diputados dentro de Sumar— y Podemos. Este lunes, el portavoz de los morados, Pablo Fernández, instaba a los socialistas a “dejar de hacer políticas tibias” para frenar el auge de la extrema derecha. Mientras que Sumar, a través de su co-coordinadora general Lara Hernández, apelaba a la “unidad” de todas las fuerzas del mismo espacio de cara al nuevo ciclo electoral.