Tras la debacle electoral del PSOE este domingo en uno de sus antiguos feudos, Extremadura, la reunión de la ejecutiva autonómica este lunes ha acogido la dimisión de su secretario general, Miguel Ángel Gallardo, pero también ha contado con la intervención de los pesos pesados de la federación regional del partido. Entre ellos, una de las voces más importantes y respetadas es la del expresidente de la Junta de Extremadura durante 24 años, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El barón extremeño, que lideró el partido a múltiples mayorías absolutas durante aquellos años, ha propuesto la abstención del PSOE en la investidura de la candidata popular María Guardiola para poder dejar a Vox fuera del gobierno extremeño.
Según fuentes del partido, el exmandatario autonómico y exlíder del partido regional se refirió a la aritmética parlamentaria que dejaron las elecciones del domingo, en las que el Partido Popular volvió a quedar corto de la mayoría absoluta sumando un único escaño ante la fuerte subida de la ultraderecha, para que Guardiola no tenga que pactar con Vox. Esta opción no convencía esta mañana a la dirección federal en Ferraz, ya que los socialistas ya ofrecieron a Guardiola sus votos para aprobar los presupuestos y, pese al ofrecimiento, la presidenta popular decidió convocar elecciones anticipadas para deshacer "el bloqueo".
Un gesto de "responsabilidad"
El expresidente, que no forma parte de la ejecutiva, pero acudió como invitado a la reunión de este lunes, expresó que esta abstención no debería ser un hecho puntual para garantizar la investidura de Guardiola, sino un gesto de "responsabilidad" que facilite también la estabilidad de la Junta. En esta línea, ha defendido que se llegue también a un pacto de presupuestos con una serie de condiciones mínimas en materia de salud, dependencia, vivienda o educación, "las señas de identidad del PSOE". O bien, "dejemos que Vox se cargue todo esto por qué hemos luchado siempre y durante tantos años", apunta el exdirigente socialista.
No se trata de "dar una hoja en blanco"
Ibarra deja claro que no se trata de "dar una hoja en blanco a Guardiola", sino de garantizar "estabilidad" sin dejar el espacio de oposición para Vox o Unidas por Extremadura, la coalición de Podemos e Izquierda Unida. En este sentido, cree que se podrán aprovechar los cuatro años de gobierno popular para preparar un liderazgo renovado que pueda formar su equipo y encarar las elecciones de 2029 para ganarlas. A raíz de la dimisión de Gallardo de la secretaría general extremeña, Ferraz nombrará a una gestora que se hará cargo de la dirección partido hasta la celebración de un congreso regional en el que se elegirá la próxima ejecutiva.