Crece la presión contra Junts per Catalunya por parte del PSC, ERC y comuns. Aunque la formación de Carles Puigdemont ya aseguró que se descolgaba de la reforma de la ley de política lingüística presentada el 24 de marzo, hoy los tres partidos que  quedan firmes en el acuerdo siguen presionando Junts: quieren que vuelvan al consenso por la lengua, y les dan 24 horas para hacerlo. Los tres partidos no han especificado si el consenso tiene que ser la reforma de la ley de política lingüística, pero si han apuntado que tiene que ser un "texto legal" que dé respuesta a la sentencia del TSJC que fija el 25% del castellano en las aulas.

Así lo han explicado representantes de los tres partidos en los pasillos del Parlament, donde han adelantado que en la Junta de Portavoces que se ha celebrado este mediodía no han pedido incluir en el pleno de la próxima semana la aprobación de la reforma de la ley de política lingüística, con el fin de dar un margen de 24 horas a Junts para que se repiense si quiere o no volver al consenso con estos tres partidos. Pasado este plazo, se sume o no Junts, los tres partidos pedirán la convocatoria de una Junta de Portavoces extraordinaria para incluir en el orden del día del próximo pleno una votación sobre el catalán. No han querido concretar si será una reforma de la ley de política lingüística pero han garantizado que será un texto legal aprobado por el Parlament. Y es que consideran que con un decreto del Govern, tal como propone Junts, no hay lo suficiente.

Junts se desmarcó del acuerdo para reformar la ley del catalán al día siguiente mismo que los cuatro grupos lo registraron y en constatar el rechazo que levantó entre diferentes entidades en defensa de la lengua y colectivos de maestros. Desde este partido se condicionó la reforma a conseguir el consenso con las entidades y la comunidad educativa. Este consenso no se ha conseguido y a pesar de las presiones que se dirigieron a Junts, entre las cuales la del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la última sesión del control en el Parlament, esta formación descartó apoyar a la reforma de la ley jueves pasado en una reunión extraordinaria de la permanente del partido. Junts argumentó que con reformando la ley no se conseguía frenar la sentencia que impone un 25% de castellano en las aulas y reclamó al Govern que actuara a través de un decreto.

Finalmente, la ejecutiva del partido de Carles Puigdemont en la reunión de ayer mañana aprobó por unanimidad una propuesta de decreto que se ha hecho llegar al presidente. El objetivo de Junts es que la reunión de gobierno de este martes aborde este debate. En paralelo, el lunes la formación formalizó su decisión ante la Mesa del Parlament, dónde presentó un escrito comunicante que se retira de la proposición para reformar la ley que había registrado el pasado 24 de marzo.