Portazo del PSC a los argumentos de Laura Borràs. La presidenta suspendida del Parlament se enfrentará este viernes al inicio de su juicio al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por el caso de los contratos cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas. Y con la vista puesta en esta fecha, Borràs ha argumentado este martes, en una entrevista en TV3, que oye "indignación contenida" porque está en las puertas "ser juzgada sin haber cometido ningún delito". "Es un juicio que no se tendría que producir", ha subrayado, asegurando que se trata de un caso de lawfare y, por lo tanto, una "persecución política por falsas acusaciones". La presidenta de Junts ha dicho que "ha habido un procedimiento que no ha tenido garantías, con una investigación prospectiva o con dos jueces que fueron apartados por el Tribunal Supremo en otras causas relacionadas con el independentismo y que están implicados en mi causa."

Pero su justificación no ha sido comprada por parte del PSC. La portavoz socialista, Alícia Romero, ha querido transmitir todo su "respeto personal" a la dirigente juntaire, y ha defendido la necesidad de garantizar la presunción de inocencia, pero se ha distanciado de las acusaciones de lawfare. En todo caso, Romero, ve claro cuál es la razón del juicio: "Es evidente que el motivo es una supuesta mala praxis de recursos públicos". Algo que acabará "averiguando" el TSJC durante las próximas semanas.

Una perspectiva poco diferente de la de los comuns. En rueda de prensa, la diputada Susana Segovia también ha señalado que en el marco del juicio hay que diferenciar que este caso analiza una "gestión de mal uso y de mal cargo" por parte de Laura Borràs cuando dirigía la ILC. En todo caso, los comuns confían en que la instrucción se lleve adelante con "normalidad" y que no genere ruido.

El Govern, ERC y la CUP plantan a Borràs

Un juicio que arranca este viernes y que, a diferencia de anteriores ocasiones en que se ha juzgado un independentista en el TSJC, contará con poco apoyo de los actores aliados. El Govern ha confirmado este mismo martes que no la acompañará, justificándose con pocos argumentos (la portavoz Patrícia Plaja se ha explicado así: "El Govern no considera que tenga que estar y no estará"), y se suma así a ERC y la CUP. Ayer, los republicanos advirtió que no pueden permitir que se reproduzcan casos de corrupción, banalizarlos o hacer ver que son lo que no son". Y los cupaires señalaban que "mezclar las cosas y ponerlo todo en el mismo saco hace un flaco favor a la represión política". La presidenta de Junts no se ha quedado de brazos cruzados, y ha criticado que el posicionamiento de ERC es "coherente en alguien que ya ha hecho de juez", recordando que fueron ellos quienes la "apartaron del cargo" de presidenta del Parlament.