El geolocalizador que llevaba enganchado el coche que utilizaba el presidente Carles Puigdemont en Bélgica -un Renault Espace- transmitía la información sobre la posición del vehículo a través de dos tarjetas SIM compradas en España.

Así lo ha avanzado El Periódico este martes citando investigaciones de la fiscalía belga, que trabaja para saber quién y cómo colocó el dispositivo. El dato habría sido confirmado, además, por parte de la empresa operadora de telefonía preguntada por la fiscalía belga.

La detención de Puigdemont gracias a la geolocalización abrió una seria duda legal. La instalación del dispositivo en el coche en que viajaba requiere autorización judicial, según la Ley Orgánica 13/2015. El artilugio lo habrían instalado agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) antes de que volviera a Bruselas desde Helsinki.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena es el instructor de la causa que afecta Puigdemont y quien tenía que cursar la autorización, de la que todavía no se sabe nada.