Un preso encerrado por conducir bebido es el protagonista de la nueva campaña contra el alcohol al volante promovida por el Ministerio del Interior. La campaña, bajo el nombre #Sumatuluz, nos sitúa en dos discotecas de Barcelona y Madrid, Cocoa y Ghetto respectivamente, donde muchos jóvenes bailan y beben como cualquiera otra noche hasta que, de sopetón, se apagan las luces. Es en aquel momento cuando en la pantalla de ambas discotecas aparece un hombre explicando por qué está encarcelado desde hace más de dos años.

El protagonista de la campaña es Carlos Rubio, un hombre de 30 años que ingresó en prisión por haber provocado la muerte de un amigo suyo cuando se salió de la carretera conduciendo bajo los efectos del alcohol. Esto sucedió una noche tras salir a tomar unas copas, pero en el vídeo de campaña Rubio explica: "Le puede pasar a cualquiera, son solo un par de copas y crees que controlas, pero no es así. Todos estamos expuestos".

En este contexto, Rubio también explica las consecuencias que tuvo aquel accidente, donde "casi pierdo una pierna, perdí el trabajo y perdí a mi mujer", y avisa de que tiene que pagar "indemnizaciones de por vida". Por último advierte que su intención no es "cortar el rollo" con su historia, pero que "si puede salvar una vida, habrá valido la pena".

La campaña fue presentada este jueves por el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, el director General de Tráfico, Gregorio Serrano, y el director de la Fundación Abertis, Sergi Loughney Castells.