El gobierno español ha criticado este sábado las palabras de la ministra de Justicia Alemana, Katrina Barley, que ha afirmado que la decisión del juez que ha liberado Carles Puigdemont es "absolutamente correcta" y se la esperaba.

Fuentes del ejecutivo español han apuntado durante la Convención del PP en Sevilla estas manifestaciones "no son propias de países amigos". "Llama la atención que el lunes no dijera nada con respecto a la posición de la fiscalía (partidaria de extraditar a Puigdemont) y ayer saltara rápido con la decisión de la puesta en libertad", apuntan estas fuentes.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha valorado también delante de las cámaras la actitud de su colega alemana: "Creo que la tarea de los gobiernos tiene que ser la de respetar la independencia del poder judicial, acatar las resoluciones judiciales, que nos pueden gustar más o menos, y estoy seguro de que mi colega alemana respeta tanto el informe que emitió el fiscal como la decisión que ha adoptado el juez en este primer momento". Por lo tanto, según Catalá, a los gobiernos les toca acatar las decisenos judiciales "sin entrar a comentarlas".

El ministro –que ha expresado su solidaridad al pueblo alemán ante el accidente de este sábado- ha asegurado que este es sólo un proceso judicial donde "a quien corresponde decidir es a un tribunal con los informes que emite la fiscalía alemana".

"El lunes la fiscalía alemana emitió un informe donde avalaba el auto del juez Llarena y ayer tuvimos la información que el tribunal regional consideraba que habiéndose acreditado la existencia de delitos algunos no los valoraba con la intensidad suficiente", ha dicho.

En todo caso el ministro ha admitido que en este proceso "no hay recursos" a pesar de que sí "informes" de las defensas y de la fiscalía alemana y que "razonablemente mantendrá su tesis que existen elementos suficientes para conceder la extradición y malversación".

Catalá ha defendido la tarea de Llarena: "Nosotros consideramos que el Tribunal Supremo de España ha hecho una tarea de instrucción durante muchos meses, que el auto de Llarena tiene fundamentos sólidos, y esperamos al final del proceso".

Ha afirmado que no hay haya contactos con el gobierno de Angela Merkel porque "los gobiernos no tenemos nada que hacer, que decir ni que aportar" y "la mejor garantizaba del respeto a la independencia de los jueces es dejarles hacer su trabajo, no comentar sus resoluciones y esperar que se acabe el procedimiento en las próximas semanas".