La manifestación de ayer sí que sí. Fue una manifestación de gente que "se ha decidido a ser libre" (ABC), que "se ha sacado de encima los complejos" (El País), "festiva" (El Mundo) y "pacífica" (La Razón). Un acontecimiento de esta magnitud se ha ganado, sí señor, la fotografía de portada, y también se ahorra las comparaciones de las cifras de asistencia, siempre odiosas y a menudo mendaces, con otras convocatorias anteriores. Ciertamente, el desfile unionista (o constitucionalista) por Barcelona fue el hecho del día y esas portadas madrileñas son justas con el acontecimiento.

La cosa es que el sábado se celebró otra manifestación, de signo contrario, con cinco veces más participación, igual de festiva y pacífica, pero fue tratada de forma contraria a la del domingo. Más que tratada, atacada. Se conoce que la manifestación del sábado, la indepe, no gustaba a esos diarios y decidieron esconderla o, peor todavía, hacerla un solo asunto con los disturbios de la noche en la vía Laietana, explicándolos como la continuidad natural de la concentración de la calle Marina.

Si esos diarios hubieran aplicado a la mani del sábado los mismos criterios informativos que a la de ayer —sin necesidad de poner el mismo entusiasmo, solo con rigurosa imparcialidad—, les habría faltado papel para ponerla en portada.

En fin. Queda la esperanza de que si han sabido y querido hacerlo bien un día, hoy, pueden hacerlo bien otros. Habrá gente mala, menos considerada, que puede pensar —Dios no lo quiera— que esos diarios están sesgados y han acomodado su periodismo sin vergüenza a sus preferencias políticas, pues miran a unos manifestantes y a su causa con cariño y a los otros con inquina. Ciertamente, no carecen de pruebas: basta comparar las primeras páginas del domingo con las de hoy.

Quien lo lleva con más garbo es El Periódico, aunque se le vea el plumero. En el titular dice que "el rechazo al procés también llena la calle". La gracia es el "también" con el que quieren señalar, con un deje de alivio, que hubo empate entre manifestaciones en el partido callejero entre indepes y unionistas. Una manifestación a una. En su favor debe decirse que destaca las cifras de asistencia, como el resto de diarios de Barcelona, mientras sus colegas madrileños tienen el cuidado de esconderlas lo más posible. Incluso El País: tienes que leer 20 líneas de la letra pequeña para saber cuánta gente reunió la mani de ayer. La Razón lo dice en el pie de foto. ABC y El Mundo ni lo mencionan. Es de periodismo elemental informar de ese dato —ayer le dieron mucho relieve—, así que es justo sospechar que esos diarios hicieron el esfuerzo deliberado de ocultarlo al hacer la portada.

Una manifestación como la de ayer es fácil de cubrir. Puestos a sospechar, tampoco es extraño pensar que quizás se comportan con la misma parcialidad cuando tocan otras informaciones más complejas relacionadas con el conflicto catalán (o español). Será la crisis de la prensa.

EP

ME

ABC

LR

EPC

LV

AHORA

EPA