El PDeCAT intenta evitar que la asamblea que celebra a partir de mañana hasta el domingo derive en una crisis abierta en el partido. El pulso interno hace semanas que se está gestando y ha acabado poniendo en cuestión la continuidad de la coordinadora de la formación demócrata, Marta Pascal. La presentación este lunes del movimiento que impulsa Carles Puigdemont, la Crida Nacional per la República (CNR), ha irrumpido en el tramo final de los preparativos de esta cita. No obstante, las diferencias entre Puigdemont y Pascal hace ya meses que se arrastran.

El alcalde de Molins de Rei y cabeza visible del sector crítico, Joan Ramon Casals, ha dejado claro que en caso de que PDeCAT no se alinee claramente con las propuestas de Puigdemont presentaría una candidatura para desbancar a la dirección de Pascal. Casals no ha confirmado todavía si mantiene esta intención, pero fuentes próximas aseguran que lo podría anunciar mañana.

No sólo los críticos reclaman el apoyo al president. Los conseller Jordi Turull, Josep Rull y Quim Forn, encarcelados en Lladoners y el conseller Lluís Puig, exiliado en Bruselas, hicieron público el martes un llamamiento al partido a integrarse en este movimiento. "La decisión más trascendente de la asamblea del PDeCAT tiene que ser responder positivamente a esta Crida Nacional y articular los instrumentos necesarios para culminar la creación de este nuevo espacio político a lo largo del otoño de este año", aseguran.

La presión sobre la coordinadora crece por momentos, sabiendo además que una negativa a apoyar a Puigdemont derivaría en una ruptura clara del partido. Pascal ha propuesto ampliar la ejecutiva para esquivar el enfrentamiento, pero las distancias se mantienen. Las diferencias son más de fondo.

El lunes la coordinadora asistió a la presentación del CNR pero ocupó las últimas filas del salón de actos. Por la mañana, la portavoz del partido, Maria Senserrich, había evitado comprometer el apoyo a la iniciativa de Puigdemont asegurando que el partido hará lo que sus simpatizantes decidan.

El último episodio de tensión entre el entorno de Puigdemont y Pascal se había producido tres días antes, el viernes, cuando trascendió que el PDeCAT había registrado como partido ante el ministerio del Interior la marca JxCat con la cual concurrió el president a las elecciones y que es propiedad de la formación demócrata.

Si finalmente la asamblea del PDeCAT asumiera la propuesta de Puigdemont, una parte del partido considera que habría que escoger una comisión que se encargue de conducir la formación hacia este movimiento -que tiene previsto constituirse este otoño en una convención. Otras fuentes apuntan que podría ser la dirección actual quien se encargue de esta función, siempre y cuando asuma el compromiso del partido.

"El partido lo tiene que dirigir alguien que crea en aquello que acaben diciendo las ponencias. La dirección tiene que creérselo, lo tiene que defender como propio", apunta un dirigente del partido.

El cuestionamiento de Pascal ha llegado también desde las redes donde el hashtag #pascaldimissió ha conseguido situarse como tendencia este jueves en Twitter. La tensión no ha afectado sólo a la coordinadora, también el responsable de organización, David Bonvehí, ventiló sus diferencias con simpatizantes del partido a través de las redes.