El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno al anteproyecto de ley que reduce la jornada semanal de 40 a 37,5 horas. Un texto que supone varias reformas, según ha señalado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, al finalizar la reunión del Gabinete de Ministros. Díaz ha señalado que la medida afectará a 12,5 millones de asalariados, aunque ha matizado que la jornada media real, rebajada por los convenios colectivos, está a 48 minutos de esas 37,5 horas. Con los datos del Ministerio de Trabajo, la jornada real se reducirá de media un 21%. Por tanto, una parte de los 12,5 millones ya están en el entorno de las 37,5 horas, incluso por debajo. La ministra ha señalado que la mitad de los asalariados que tendrán un efecto directo de la rebaja se concentra en tres comunidades autónomas: Catalunya (2,21 millones de asalariados), Madrid (2,06 millones de asalariados) y Andalucía (2,04 millones de trabajadores).

En opinión de la líder de Sumar y vicepresidenta segunda, lo aprobado este martes es de máxima importancia. "No son unas normas más, suponen un avance hacia una España que va a ser mejor y ayudará a que la gente sea un poco más feliz". En este sentido, ha señalado que con la aprobación de esta norma, "con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza" —en referencia a los roces que el Ministerio de Trabajo y el de Economía han mantenido meses atrás por esta reforma—, queda claro para quién trabaja el Gobierno: "El Gobierno de España es el Gobierno de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país", ha señalado.

“Se trata de bajar la jornada por ley para que este derecho llegue donde la negociación colectiva no llega, como a los camareros, cuya jornada media es de 39,4 horas, cajeros y dependientes, que trabajan más de 39 horas, igual que los agricultores o las personas cuidadoras, con 38,6 horas semanales” ha explicado la vicepresidenta segunda.

Trámite parlamentario

Buena parte de la intervención de Díaz tras el Consejo de Ministros se ha centrado en un llamamiento al resto de grupos parlamentarios para que apoyen en el Parlamento el anteproyecto aprobado este martes en el Consejo de Ministros. Y, también, una amenaza velada, pues ha insistido en que tendrán que explicar por qué se oponen a una medida que apoya una gran parte de los trabajadores españoles, sin importar a quién votan. "Esta norma está ganada en la calle", ha sentenciado.

"Ahora no hay retorno, no hay vuelta atrás", ha señalado. "El Gobierno de España ha cumplido, ahora tiene que hablar la soberanía popular, y vamos a saber qué va a hacer cada formación política". Díaz, en referencia a Junts, ha explicado que hay margen para la negociación y que le consta que esta y otras formaciones no hablan en nombre de los empresarios, sino que defienden a las pequeñas empresas de Cataluña.

Catalunya ha estado muy presente en las declaraciones de Díaz, por la posición en contra expresada por Junts, la cual, de mantenerse, podría impedir la aprobación de la medida surgida del Consejo de Ministros este martes. Díaz ha señalado que Catalunya es un motor de arranque de nuestro país, con los mejores datos de productividad, que duplica la media española y cuya jornada real está ya por debajo de la media española. "No voy a desvelar cuál será el campo de negociación con Junts, pero la realidad catalana ya está marcando el camino del diálogo", ha señalado.

Preguntada por las líneas rojas de la negociación en el Parlamento, la vicepresidenta segunda ha matizado que la "única" es la reducción legal de 40 a 37,5 horas, por lo que el resto está sujeto a revisión en búsqueda de un acuerdo en el Parlamento. Incluso ha dado algunas pistas, como el plan 375 de ayudas a las pymes, para evitar que la reducción de jornada merme su productividad. En la mesa de negociación, Trabajo ofreció 375 millones de euros los fondos para ayudar a las pymes en su adaptación.